Eduardo Antonio Vallejos y Carlos Alberto Frías ya no serán dos tumbas sin nombre en las Islas Malvinas. En el cementerio de Darwin, la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación confirmó que ambos fueron identificados.
Conformaban de la lista de 122 soldados argentinos caídos en la guerra de Malvinas que no habían sido cotejados desde que la batalla había finalizado. El descubrimiento de Vallejos y Frías achicó el número: ahora sólo falta que 10 identidades sean reveladas.
Vallejos había nacido el 20 de noviembre de 1963. Era cordobés. Su familia, oriunda de Alta Córdoba, vivió toda la vida frente a una plazoleta en la que Eduardo, de pequeño, jugaba junto a sus hermanos. Era el tercero. La misma, tras su muerte, fue bautizada con su nombre.
Partió a Malvinas el 24 de abril de 1982. Su padre, Isidro, alguna vez contó que su hijo murió durante una noche infortuita. “No debía estar allí”, dijo. Allí era una trinchera, la cual compartió con Roberto Pintos, en donde ambos debían hacer la guardia hasta el amanecer.
Las esquirlas de una bomba que explotó a dos metros lo hirieron de muerte. Pintos tuvo una reacción previa, instantánea, rápida. La misma le salvó la vida. Vallejos, en cambio, fue víctima de una milésima de segundo que lo dejó en la isla para siempre.
La familia de Vallejos relató que durante la guerra despachó cuatro cartas. La primera el 29 de abril y la última el 4 de junio, una semana antes de morir. “Háganle caso a papi y a la mami”, le decía a sus hermanos.
Carlos Alberto Frías era correntino. Pisó las islas el 14 de abril de 1982 junto a los efectivos del Regimiento 12 de Infantería de Mercedes, localidad de la que era oriundo. Frías fue trasladado en tren hasta Paraná, Entre Ríos, en donde junto al grupo de soldados -y en aviones de líneas- aterrizó en Caleta Olivia, Santa Cruz.
Previo al 14 de abril recibieron una primera orden: marchar sobre la frontera con Chile. Al poco tiempo, esa disposición quedó sin efecto y debieron trasladarse a Malvinas.
Frías fue uno de los 47 soldados argentinos que murió en combate durante la batalla de Pradera del Ganso, primer enfrentamiento militar entre británicos y argentinos que se desarrolló en Darwin entre el 27 y 29 de mayo.
La bandera argentina volverá a desplegarse en las islas durante el mediodía del miércoles, cuando unos 39 familiares visitarán las tumbas de los 20 nuevos soldados identificados en el transcurso del último año.
Por primera vez en 37 años, las 39 personas que acudirán a Darwin podrán acompañar el lugar exacto en el que descansan los restos de sus familiares.
Los 39 familiares llegaron desde diferentes provincias de la Argentina a un hotel de la Capital. Cerca de las dos de la mañana serán recogidos por autobuses y trasladados al aeropuerto de Ezeiza. Poco después de las 4:30 se estima que el vuelo privado de Aerolíneas Argentinas partirá hacia el aeropuerto militar de Mount Pleasant, adonde se arribará después de un trayecto de tres horas y media.
El viaje también lo harán 13 familiares que, en su momento, brindaron sus muestras de ADN a los peritos forenses del Plan de Proyecto Humanitario sin éxito: hasta el momento no se les pudo responder con un hallazgo positivo entre los restos.
Con la identificación de estos solados, sólo restan 10 combatientes por identificar.