De todos modos, aumentaron más de 100% en los comercios de cercanía del conurbano bonaerense aunque, en diciembre, se ralentizaron los incrementos en línea con la medición oficial.
Se sabe, la realidad de los precios en los barrios populares puede ser muy diferente a la de las góndolas en las grandes cadenas de supermercados. Particularmente en el rubro de alimentos. Sin embargo, en diciembre se achicó la brecha de acuerdo con los resultados que arrojó para el mes pasado el índice de precios barrial (IPB).
En línea con la desaceleración de la inflación de alimentos que el Indec registró en noviembre –dato que se espera se repetirá en la medición de diciembre que se conocerá la próxima semana–, la suba de la canasta básica de alimentos en comercios de cercanía ascendió a 3,57% en diciembre y dejó de ser el principal motor de la inflación.
La medición no suele capturar el impacto de los diferentes programas de precios, ya que los mismos no están disponibles en el tipo de comercios que participan del relevamiento. Esto determinó, históricamente, una amplia diferencia entre el registro oficial y el índice barrial, que durante el año llegó a rozar los 3 puntos pero que, en los últimos meses, comenzó a moderarse.
“Los alimentos fueron el motor de los aumentos de la canasta básica total; el promedio de sus incrementos estuvo por encima de los que hubo en la mayoría de los otros rubros. Sin embargo, en los últimos meses se observa un cambio en esta tendencia de la mano de subas importantes en gastos del hogar, electricidad, y otros similares”, explicó el economista Isaac Rudnick, a cargo del trabajo quien recordó que también según los datos oficiales, la canasta básica total (CBT) tuvo en noviembre una suba de 4,4%, por encima de la canasta básica alimentaria (CBA) anotó un 3,1% de suba.
“Pero a lo largo del 2022 la relación fue inversa: 97,4% de la CBT contra 101,8% de la CBA”, agregó.