Una cuestión de timming. Mauricio Macri desmerece al peronismo al dictaminar que no genera confianza en el mundo y Elisa Carrió avisa que las provincias que no apoyen el presupuesto “no tendrán obras”.
Mientras la figuras de Cambiemos torean a la oposición, Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda y amanuense del ajuste, le pone número al recorte que quiere que hagan las provincias en 2019: 150 mil millones de pesos.
La Casa Rosada logró, esta semana, inquietar al peronismo. El destrato presidencial, el “chantaje” -según la definición del peronismo cordobés- de Carrió y, sobre todo, una sospecha: que el Gobierno solo quiere acordar con los propios.
La cumbre del miércoles en Olivos entre Dujovne y los ministros de Economía de las provincias que gobierna Cambiemos, terminaron de sembrar esa intriga.
“Van a arreglar primero la de ellos”, apunta un ministro de Economía con manifiesto mal humor y admite no tener más información sobre el recorte que lo que replican los medios.
Está pendiente, todavía, una reunión con los gobernadores opositores mientras mandatarios y legisladores armaron una mesa para negociar los detalles del recorte que impulsa Macri como eco del acuerdo con el FMI.
Los dichos de Macri antes sus ministros, sobre la desconfianza que genera el peronismo, y la metralla de Carrió, aparecen como elementos nocivos para la negociación que, tarde o temprano, deberá darse en el Congreso cuando se trate el presupuesto 2019.
Otro funcionario provincial plantea que considera “muy alto” la cifra que “filtró” Dujovne sobre el recorte. Aparecen, ahí, varios temas para discutir.
Uno es particularmente clave: qué “fórmula” se usará para distribuir el recorte para definir cuánto le tocará a cada provincia pero a partir de qué indicador y criterio se repartirá “el costo del ajuste”.
Dujovne, según le dijo a los ministros de Cambiemos, habla de mitades: un recorte total de 300 mil millones de los cuáles, el 50% lo deberán absorber las 23 provincias y CABA.
Ahí hay una objeción inicial. “De mínima debería ser 60 Nación, 40 las provincias que es como se reparten los ingresos federales”, apunta un ministro para una hipotética negociación.
En Casa Rosada hablan de una posible convocatoria pero los gobernadores aseguran no tener pistas. Este viernes, en Catamarca Rogelio Frigerio compartirá jornada con la local Lucía Corpacci, el santafesino Miguel Lifschitz y el riojano Sergio Casas.
Entre los mandatarios hay diálogo permanente y lo hay, sobre todo, entre los ministros de Economía que ya tuvieron una reunión y volverán a verse pronto.
Entre los temas de análisis aparece la cuestión de los subsidios “Si son 300 mil millones, un tercio del recorte deberían ser los fondos que Nación gasta en Capital y la provincia (de Buenos Aires)”, plantea un funcionario provincial a Clarín.
Luego viene el detalle más fino. Y las alternativas que, insisten todas las fuentes opositoras, son “de oídas” porque no hubo datos puntuales aportados por el gobierno sobre cómo y cuánto les tocará del ajuste.
“Nadie sabe por donde va a venir el golpe” señala un ministro peronista.
Desde una provincia, plantean como alternativa que haya un recorte progresivo de los subsidios al transporte que están concentrados mayoritariamente en el área metropolitana. Para 2018, están presupuestados más de $ 36 mil millones solo de transporte automotor.
Todas las provincias tienen algún nivel de subsidio al transporte pero el más oneroso se da en el conurbano.
En La Plata se preparan para un recorte del orden de los 40 millones. Hernán Lacunza, el ministro de Economía de María Eugenia Vidal, estuvo en la reunión con Dujovne. Todos evitan hablar de números.
fuente. clarín