Por Julio Denis* para Diario Cuarto Poder | El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina señaló que creció la inseguridad alimentaria y que el 9,3% de la población urbana padece hambre. Los datos fueron proporcionados al presidente electo, Alberto Fernández, en la reunión del Consejo de Lucha contra el Hambre.
La inseguridad alimentaria
La inseguridad alimentaria es una situación en la que las personas carecen de acceso seguro a una cantidad de alimentos suficientes para su desarrollo y para poder llevar una vida activa y sana.
Los motivos por los cuales existe la inseguridad alimentaria son múltiples: la falta de disponibilidad de alimentos, la carencia de poder adquisitivo, la mala distribución de los alimentos y el uso inadecuado de los mismos, entre muchos otros.
Una encuesta lapidaria
Una encuesta de la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló la difícil situación que atraviesan millones de argentinos, creció la inseguridad alimentaria y el 9,3% de la población urbana padece hambre.
La inseguridad alimentaria en total pasó del 20,2% del 2018 al 22,2% al 2019 en todo el país. Los datos que se desprenden de la encuesta del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (UCA) fueron presentados por el director de ese instituto Agustín Salvia al presidente electo en medio de la reunión por el Consejo de lucha contra el Hambre donde Alberto Fernández y el futuro ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, reunieron a Marcelo Tinelli junto con sectores empresarios, sociales, sindicales y grupos piqueteros para avanzar en un plan de lucha contra la falta de alimentación en la Argentina.
Una curva ascendente
La encuesta de la UCA también revela una curva ascendente desde el 2017 hasta ahora en lo que respecta a inseguridad alimentaria severa en los hogares argentinos: mientras que en el 2017 era del 5%, en 2018 fue del 6% y en 2019 del 7,4%.
En términos técnicos inseguridad alimentaria severa indica “la percepción de experiencias de hambre por parte de alguno de los adultos o niños por problemas económicos durante los últimos 12 meses”.
Y define a los hogares que experimentaron situaciones de hambre porque no hubo suficiente dinero para comprar alimentos en el último año.
Informe al Consejo del Hambre
En los gráficos que Salvia mostró a Fernández y los miembros del Consejo del Hambre figura también que la inseguridad alimentaria se disparó en mayor medida en los niños de 0 a 17 años: pasó del 29% en el 2018 al 30,1% en este año.
Y la inseguridad alimentaria severa, es decir los chicos que padecieron hambre de verdad fue del 12,7% en 2018 y del 14,1% en 2019.
Estos datos resultan ser un lamentable récord histórico de la Argentina ya que no se veían picos de inseguridad alimentaria severa desde el 2010 (13,7%) y 2014 (13,6%) según el mismo informe de la UCA.
El impacto más fuerte
La inseguridad alimentaria severa impactó fuertemente en hogares donde hay trabajadores marginales (pasó del 18,5% al 20,5% en este año) y el obrero integrado que fue del 8,5% al 9,5%.
Por otra parte, el deterioro en la salud aumenta en función de la edad, alcanzando a 3 de cada 10 personas de 75 años y más, en 2017 y 2018.
Con respecto a las características de desigualdad social, los datos de la UCA mostraron que un mayor nivel de déficit en el estado de salud percibido en las personas que se encuentran en condición de pobreza, tanto en el año 2017 como en el 2018.
Así, en el 2017, el 10% de las personas no pobres y el 16,7% de personas bajo condición de pobreza percibieron su estado de salud como deficitario. Este dato se elevó en el 2018 a un 15,3% y 20,2% en no pobres y pobres, respectivamente.
Hogares bajo condiciones de pobreza
En tanto, la encuesta de la UCA reveló que la mitad de los hogares que se encuentran bajo condiciones de pobreza, han debido abandonar las consultas al médico o dentista por problemas económicos, situación que es notoriamente distinta en los hogares no pobres.
“Los comedores escolares han contenido situaciones de hambre en la Argentina pero está claro que no resultaron suficientes para frenar un problema económico global como el que se percibe con aumento de precios, desempleo y pobreza”, añadió el coordinador de la UCA.
Tipos de inseguridad alimentaria
Los especialistas sostienen que hay tres tipos de inseguridad alimentaria que se deben tener en cuenta:
– Crónica. Es a largo plazo o se presenta de manera persistente. Las personas no tienen la capacidad de satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas durante un período prolongado.
Generalmente se da por la falta de acceso a recursos productivos o financieros o largos periodos de pobreza.
– Estacional. Es un punto medio entre la crónica y la transitoria. Es similar a la crónica debido a que se puede predecir y sigue una serie de eventos conocidos; sin embargo, tiene una duración limitada y ocurre cuando se desarrolla un patrón en la falta de disponibilidad y acceso a los alimentos.
Se puede desarrollar con el cambio climático, por los patrones de las cosechas, la demanda laboral o las enfermedades.
– Transitoria. Es a corto plazo y es temporal. Se da por una caída repentina en la capacidad de producir o acceder a una cantidad de alimentos suficiente para mantener un buen estado nutricional.
Generalmente se da por cambios en la disponibilidad y acceso a los alimentos, por variaciones en la producción, los precios o los ingresos.
En nuestro país, debido a la crisis sostenida en el tiempo a causa de las medidas anti populares llevadas a cabo por Mauricio Macri, en muchos casos estamos frente a una “Inseguridad alimentaria crónica”.
*Analista político