La mujer agoniza y el hombre, que en un principio había denunciado ser víctima de un ataque incendiario, se convirtió en el sospechoso de haber provocado el grave episodio que se desencadenó en una vivienda de calle Padre Roque Correa al 1400, donde un encendedor con cabellos de mujer, se convirtió en una de las pruebas con las que los investigadores comenzaron a vislumbrar un intento de femicidio.
Con esa base se ordenó la aprehensión del dueño de casa, quien el jueves a la madrugada había despertado a su hija con una llamada telefónica en la que le decía que su pareja había intentado prenderle fuego.
La mujer a su vez llamó al servicio 911 para informar que había sucedido algo grave. Cuando los uniformados llegaron al lugar, encontraron a Roberto Abelardo Acosta (45) y a su ex esposa Flavia Karina Villafañe. Ambos les informaron que la actual pareja Susana Beatriz Juárez (44) había sido trasladada en una ambulancia porque había sufrido graves quemaduras.
Acosta, que también tenía quemadas sus manos, declaró de manera espontánea que su actual mujer le había hecho una escena de celos porque él estaba charlando con su ex pareja. Detalló que comenzaron a discutir porque él le había comentado que no dormiría en la vivienda porque debía retirarse con Juárez para pedir turno en el Hospital de Niños.
Relató además que Juárez se roció con combustible y amenazó con prenderse fuego y, pese a que él la persiguió, no logró evitar que se prendiera fuego. Luego indicó que intentó socorrerla y esa fue la razón por la que se quemó sus manos.
Las primeras actuaciones fueron realizadas por el fiscal Augusto Zapata. Sus colaboradores preguntaron sobre el estado de salud de la mujer. Los profesionales indicaron que su estado de salud era crítico, ya que había sufrido severas quemaduras en el rostro y en la cabeza. Esas lesiones, de alguna manera, no confirmaban la versión que había dado Acosta.
Además, la hija del acusado le dijo a las autoridades que su padre se habría comunicado con ella para avisarle que su actual pareja quería prenderle fuego, pero ella fue la que terminó lesionando.
Ante la gravedad del estado de salud de Juárez, el fiscal de Homicidios Carlos Sale acordó con su par hacerse cargo del caso. Los peritos del Equipo Científico Fiscal se presentaron en la vivienda y encontraron varios indicios para descartar la versión que había dado de manera espontánea el sospechoso.
Además, al realizar un recorrido por la zona donde residía la pareja, los vecinos declararon que la pareja había mantenido una fuerte discusión. Al mismo tiempo constataron que Acosta había sido denunciado por violencia de género años atrás, aunque todavía no se precisó si había sido la víctima la que inició la demanda.
Juárez que se encuentra en estado crítico, es oriunda de Ranchillos y los vecinos dijeron que no conocían que había sufrido violencia de género. “Era muy reservada. No sabemos qué pasó. Nos enteramos cuando vimos el movimiento de personas”, explicó Ester Castro. “Lo único que nos dijeron es que ella está muy mal. Que están esperando que se corte en cualquier momento. Necesita de un milagro para seguir viviendo, pero quedará con graves secuelas”, explicó Juana.
Si el desenlace llega a ser el fallecimiento de la víctima, el caso se transformaría en el octavo episodio de femicidio en lo que va de este 2023, cifra mucho más alta que los tres registrados en 2022.
fuente: contexto