En la sede de la jefatura de Policía de Tucumán, el gobernador Osvaldo Jaldo realizó la entrega de chalecos antibalas para personal de la fuerza de seguridad.
En el desarrollo de su agenda de trabajo de este martes, el gobernador de la provincia, Osvaldo Jaldo, participó de un acto de entrega de chalecos antibalas a la Policía.
El evento se llevó a cabo en la sede de la jefatura de Policía, Italia al 2600 en la capital tucumana. Se trata de 4500 chalecos antibalas a la Policía.
“Dando un paso más en un área tan importante y tan sensible como es la seguridad en la provincia de Tucumán. Estamos entregando 4500 chalecos antibalas. Y ya venimos hace unos meses atrás de entregar 2300 chalecos”, dijo el mandatario tras culminar el acto.
“A la Policía no solo le pedimos sacrificio, sino que las inversiones que hacemos también van fundamentalmente para para cuidar la vida de cada uno de ellos. Sabemos que en cada accionar que tiene la Policía, en cada operativo que tienen las diferentes unidades arriesgan la vida. El chaleco es un equipamiento importante en el Policía que cumple el rol y sus funciones. Es casi histórico que la Policía tenga casi 5000 chalecos nuevos para poder realizar los diferentes operativos en las diferentes unidades”, destacó Jaldo.
El gobernador destacó que en los últimos meses se entregaron camionetas y scanner nuevos para que la Policía utilice en sus tareas cotidianas. Y adelantó que ya hay un expediente para la compra de 100 motos más.
“La política de seguridad que tenemos es una cuestión de Estado. Y a esto le incluimos la política carcelaria que venimos teniendo porque nosotros somos conscientes que con el accionar que tiene la policía los detenidos cada vez van a ser mayor, los detenidos cada vez van a ser juzgados y procesado por el Poder Judicial y para eso hay que tener lugar para albergarlos”, aseguró.
“La política de seguridad no tan solo es preventiva sino también tiene que ver con una verdadera política carcelaria apara poder albergar a todos aquellos que incumplen con la ley y el Poder Judicial los juzga y son condenados. Tenemos que tener lugares adecuados para poder albergarlos”, dijo.