Se trata de la estructura que funcionó en los últimos años. El ex secretario comparte el pabellón con Jaime
“Los binomios de la recaudación”. José López es una bomba de tiempo para el kirchnerismo, que lo dejó solo a partir del escándalo de los bolsos, y para decenas de empresarios de la obra pública. Nadie puede descansar tranquilo. Ante la Justicia, el ex secretario ya dijo que los 9 millones de dólares “provenían de la política”. Y en breve podría dar más detalles. ¿Por qué? Ya suma once causas en diferentes distritos, pero su situación judicial se puede agravar aún más porque sus abogados amagan con renunciar en el corto plazo. A la distancia, el Gobierno monitorea la bomba de tiempo que puede denotar López.
“Tiene fechas, nombres y datos que se pueden verificar”, aseguran en el entorno de López. El sistema de “binomios” funcionó a lo largo de los últimos doce años. De un lado, estaban los empresarios de la obra pública, pero también de otros rubros. La cadena finalizaba siempre en funcionarios o intermediarios del Gobierno. En la jerga de la política, se los conoce como los “recaudadores”. Por ahora López se guarda los nombres bajo siete llaves.
Los teléfonos de López revelaron que la relación con Julio De Vido seguía vigente. El ex ministro había dicho que no hablaba desde el verano. Sin embargo, el 19 de abril le escribió a su teléfono: “Hay que seguir firme porque a estos aunque hagan cagadas los va a seguir bancando. Y la ola no es local sino regional. Creo que tenemos que escuchar mucho, marcar posición y hablar poco, que sea la realidad la que comunique”.
En los chats también aparece otro hombre clave. Se trata de Germán Nivello, quien llegó desde Santa Cruz y trabajó a la par de López durante la era K. Fue subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda. El 13 de junio, horas antes del escándalo del convento, le escribió al celular de López: “A las 16 tenés un turno en Hair Recovery”. El ex secretario nunca llegó a ese centro de estética, dedicado a los tratamientos para la caída de pelo, y se fue directo a su casa de Tigre. Pero sus visitas al lugar era habituales en los últimos años. Néstor Kirchner solía divertirse con los cambios estéticos de López, según cuenta el periodista Diego Cabot en su libro “Hablen con Julio”.
Nivello es investigado por el envío de fondos millonarios a Milagro Sala, la líder de la Tupac Amaru. Desde diciembre se refugió en la provincia de Santa Cruz: la gobernadora Alicia Kirchner lo designó como Subsecretario de Obras Públicas. Según pudo saber Clarín, mantiene comunicación con López.
En los binomios de López predominan los empresarios de la construcción. La lista es amplia y hay de todos los colores políticos. El dato ya llegó a oídos del actual Gobierno. El ex secretario no quiere revelar los nombres, pero trascendió que está furioso con la familia Eskenazi porque echaron a una de las hijas de su mujer que trabajaba en el Banco de Santa Fe. “Primero la suspendieron y después la despidieron aunque estaba en pleno embarazo”, se quejó una fuente de la familia.
López ya no está solo en el penal de Ezeiza. Hace menos de un mes fue trasladado al módulo 6 “C”, donde comparte sus días con el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Tienen buena relación y se los ve todo el tiempo juntos.
Sus abogados, Diego Sánchez y Fernando García, lo visitan una vez por semana. La relación podría interrumpirse en los próximos días por una serie de promesas incumplidas. Esa ruptura podría afectar el calendario judicial de López.
La próxima cita es a fines de octubre ante el juez Julián Ercolini, que investiga el reparto de la obra pública. Es el momento ideal para comenzar a hablar. Tampoco se descarta que pida una ampliación ante el juez Daniel Rafecas. En su primera declaración, López prometió contar más detalles cuando mejore su salud. Ya superó esa etapa. La decisión está en sus manos.
Fuente: Clarín