Tras el triunfo por 6-4 y 6-4, el tandilense obtuvo su primer título de la temporada y se aseguró escalar en el ranking.
Con una serie de buenas actuaciones a lo largo de la semana, Juan Martín del Potro se metió en el bolsillo al público de Acapulco. Y en la última función, se guardó en el corazón lo que venía buscando en este 2018: su primer título en la temporada y el 219 para el tenis argentino. En el comienzo del domingo, el tandilense fue paciente, aguantó al potente sudafricano Kevin Anderson y se impuso por un 6-4 y 6-4 que, además de la corona, le asegura subir en el ranking.
“Desde el inicio hasta el final, fue una semana fantástica, muy linda adentro y afuera de la cancha. Ganarles a jugadores tan buenos en este torneo me pone muy feliz”, celebró Del Potro, una vez terminado el encuentro y ya dueño de su 21° festejo en el circuito.
Después de dejar en el camino al austriaco Dominic Thiem y al alemán Alexander Zverev, el argentino tuvo un partido convincente para ganar una batalla entre dos sacadores indomables. Delpo, que había perdido la final de Auckland en enero ante el español Roberto Bautista Agut, puso una cuota de suavidad y de muñeca para imponerse en el ATP 500 de Acapulco.
Un quiebre en el séptimo game le dio una ventaja corta, pero decisiva al fin, a la Torre de Tandil. Antes de conseguirla tuvo que acomodarse en la devolución y jugar con slice sobre el revés de su rival. En consecuencia, el sudafricano se vio obligado a jugar desde el fondo con el ritmo impuesto por el argentino desde el otro lado de la red.
La brecha en el segundo parcial apareció más rápido. Fue en el tercer juego, cuando se adelantó 2-1. Anderson, campeón en Nueva York y finalista en Pune en esta campaña, sufrió algunas molestias en la pierna izquierda en ese set. Después de ser atendido a un costado de la cancha, volvió para seguir dando pelea. Pero nada fue igual.
Con la séptima victoria de Del Potro sobre Anderson en igual cantidad de presentaciones, el tandilense dio otro salto en el ranking; superó a su adversario y le arrebató el octavo lugar en el escalafón de la ATP. Además, quedó a apenas 35 puntos de la séptima colocación, ocupada por el belga David Goffin.