Esta mañana, a las 9.05, dio comienzo el esperado “juicio del siglo” donde se buscará esclarecer -tras 12 años-, la causa por el crimen de la estudiante universitaria Paulina Lebbos en Tucumán.

Se trata del juicio oral y público con un imputado por privación legítima de la libertad seguida de homicidio y con ex funcionarios de la administración de José Alperovich acusados de encubrimiento del hecho. En el banquillo de los acusados están: Eduardo Di Lella ex secretario de Seguridad de la provincia, Hugo Sánchez ex jefe de policía, Nicolás Barrera, ex subjefe de policía, Héctor Brito ex jefe de la Unidad Regional Norte, Hugo Rodríguez, imputado por partícipe necesario de encubrimiento y falsificación de instrumento público y autor del delito de falso testimonio; y Roberto Luis Gómez, acusado de privación ilegítima de la libertad de Paulina Lebbos seguida de su homicidio.

Todo comenzó con la defensa de uno de los acusados (Roberto Luis Gómez), aludiendo a la incompetencia del juicio en el fuero provincial, lo que fue rechazado tanto por la querella como por los fiscales del caso, aunque el tribunal, presidido por Carlos Caramuti, decidió pasar a un cuarto intermedio para tratar la cuestión.

En esa oportunidad, diario CUARTO PODER aprovechó el receso para dialogar con don Alberto Lebbos, quien junto al doctor Carlos Sale, reconocieron por separado que lo planteado por el defensor de Gómez, “se trata de una medida dilatoria interpuesta por unos de los abogados de los acusados”.

Sobre el juicio en sí, Alberto Lebbos ponderó el hecho: “Este es un logro colectivo que ojalá sirva de ejemplo para que los funcionarios públicos no crean que ser funcionario público es un pasaporte a la impunidad. Esperamos que surja la verdad, que se apliquen condenas ejemplares. Tengo plena confianza en el tribunal y en los fiscales”, señaló.

Al ser consultado sobre qué sentía al ver sentado frente suyo, en el banquillo a los acusados, Lebbos dijo sentir una mezcla de emociones. “Les digo sinceramente, siento penas por las familias de esta gente, porque cuando estos tipos eligen cometer delitos, cuando eligen convertirse en delincuentes, no sólo hacen daño a sus víctimas y a la familia de sus víctimas; sino que le hacen daño también a su propia familia. Estos tipo hoy tendrían que pararse del banquillo y pedir perdón a la sociedad tucumana por el daño que le han ocasionado no sólo a Paulina, sino a tanta gente con su accionar. Es muy doloroso y a la vez indigna la protección de (José) Alperovich a todos estos delincuentes. Él (Alperovich) y su mujer, Betriz Rojkés, son los responsables ideológicos de toda esta asociación ilícita y de la impunidad que reina en Tucumán”.

Para Alberto Lebbos, su hija Paulina “hoy está acá presente en mi corazón, en el corazón de mi familia, y sin dudas en el corazón de cada uno de los que vino a acompañarnos y a exigir justicia”.

Asimismo, agradeció el apoyo recibido cada hijo, padre, madre, esposo, de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad, que hoy también están aquí en los tribunales, apoyándonos en esta lucha por verdad y justicia. “Esta es una lucha que se pudo dar por que hay una gran contención familiar. Que termine de una vez por toda este martirio que nos tocó vivir y aviso que nosotros nunca vamos a claudicar hasta que se llegue a la verdad absoluta de lo que pasó con Paulina”.

Ante la consulta de que si cree que alguien se puede “quebrar” y contar la verdad de lo que pasó con su hija Paulina, Alberto Lebbos aseguró que es lo que espera que pase. “Esa es la mayor expectativa que tenemos nosotros. Les pedimos a los familiares de los imputados, que le exijan que digan la verdad, yo creo que es una obligación que tienen ellos no sólo con paulina, sino con su propia familia, tienen acá la oportunidad de reivindicarse y decir la verdad.

Luego se preguntó:“¿Para qué han hecho todo esta maniobra (los imputados)? ¿a quién encubren? ¿ a quién están protegiendo o a quien le temen?”.

Finalmente reconoció que hay muchos de los testigos que pasarán por el juicio que saben más de lo que dicen saber. Al respecto se le preguntó por la amiga de Paulina, la salteña Virginia Mercado, quien la acompañaba el día de su desaparición y posterior muerte. “Acá todos saben algo, yo sólo espero que digan la verdad”.

El padre de la joven brutalmente asesinada en 2006 dijo que en el banquillo “están sentados aquellos que eligieron el camino de la delincuencia. Aquellos personajes que protegieron y siguen protegiendo a los asesinos de Paulina, todos bajo la jefatura de quien es el responsable ideológico de que el homicidio esté impune, que es José Alperovich“.

La audiencia, que demorará seis meses, prevé que declaren alrededor de 270 testigos, entre ellos Virginia Mercado, amiga de Paulina; César Soto, ex pareja; Gustavo “El Gordo” González, líder de la barrabrava de Atlético Tucumán; Juan Cruzado, el remisero que dijo haber llevado a la joven asesinada; Gabriel Alperovich, hijo del ex gobernador; y Sergio Kaleñuk, hijo del ex secretario privado del ex titular del Poder Ejecutivo, quienes fueron mencionados en la hipótesis del crimen de “los hijos del poder”.

DIARIO CUARTO PODER

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