Un “arrastre negativo” y el impacto de la sequía, son algunos de los factores que pueden desencadenar en un “estancamiento” de la economía.
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) cerró el 2022 con un crecimiento del 5,2% anual. Así, la economía hilvanó dos años seguidos en alza por primera vez en más de una década (la última vez había sido en los años 2010 y 2011).
Tal como informó el INDEC, en diciembre el indicador registró una caída de 1,2% interanual y una disminución del 1% frente a noviembre en la medición desestacionalizada: justamente, en la comparación mensual, acumuló cuatro meses consecutivo en negativo.
El enfriamiento de la actividad en la última parte del año, aseguran los analistas, se sostendrá en los primeros meses de 2023. De hecho, advierten que distintos factores incidirán en un posible estancamiento de la economía. Algo que, según distintos relevamientos privados, ya se observó en enero.
“Al ver los números con los que cerró el 2022, se observa que el arrastre estadístico es negativo. Y mirando hacia adelante, la falta de divisas, que se va a acentuar por la mala cosecha de soja y maíz, cuyas perspectivas están empeorando cada vez más, va a ser muy difícil que Argentina muestre un crecimiento este año”, explicó a Ámbito el economista Jorge Neyro.
“Con suerte, podemos esperar un estancamiento, con un primer semestre complicado. Porque ahí se va a notar la falta de liquidación de divisas y el impacto que eso va a tener en la actividad económica. El segundo semestre va a estar más dominado, en parte, por la dinámica electoral. Pero va a ser difícil que se vean números de crecimiento positivos este año”, agregó el analista.
Por su parte, Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, aseguró que es esperable que se mantenga “la tendencia que se vio durante el último trimestre del 2022”. “El rebote postpandemia terminó y ahora estamos viendo la verdadera situación de la actividad económica. El país se encuentra estancado hace más de una década con subidas y bajadas constantes, pero no logra estabilizarse y transitar un sendero de crecimiento”, destacó el analista.
“Además de la propia rigidez que presenta la economía argentina, tanto por sus regulaciones, impuestos y leyes laborales anticuadas que imposibilitan el desarrollo de nuevos puestos de trabajo, comenzamos a sufrir el shock exógeno de la sequía. En ese sentido, se puede ver que, en diciembre el sector ‘Agricultura, ganadería, caza y silvicultura’ mostró la caída más pronunciada en términos interanuales de 18%”, señaló.
“Hacia adelante, podemos intuir que este año estará lleno de adversidades que conducirán a la recesión. Por un lado, el factor climático mencionado anteriormente implica pérdidas millonarias para el agro (y también para el gobierno ante los menores recursos fiscales). Por otro lado, la incertidumbre electoral paraliza a los inversores y se decide esperar para ver que pasará después de octubre”, remarcó Moschet.
Por su parte, desde la consultora LCG señalaron que “los últimos cuatro meses del año estuvieron marcados por caídas consecutivas del nivel de actividad, acumulando 2,8 p.p. respecto a agosto (último mes con crecimiento). Ya con un cuarto trimestre malo, el arrastre estadístico del cuarto trimestre para 2023 sería negativo de 0,5%”.
En ese escenario, desde la firma destacaron: “Para el 2023 esperamos que la actividad se encuentre afectada negativamente por una serie de variables. En primer lugar, por la sequía en sí misma, pero también por la merma en divisas que ella genera vía menores exportaciones (u$s8.000 millones, como piso), lo que tendría su correlato en una menor disponibilidad de divisas para importaciones. Por tal motivo el condicionamiento sobre la operatividad del sector industrial sería más palpable que el año pasado”.
“Por otro lado, con una inflación que continúa elevada y que navega a ritmos del 95-100% anual difícilmente pueda esperarse una recuperación de los salarios y, con ello, del consumo. En síntesis, proyectamos una caída en torno al 2% anual promedio”, estimaron desde LCG.
Datos del EMAE de diciembre
Según informó el INDEC, en diciembre diez de los sectores que conforman el EMAE registraron subas en la comparación interanual, entre las que se destacan las de Pesca (+15,5% ia), Hoteles y restaurantes (+10,8% ia) y Explotación de minas y canteras (+10,8% ia).
A su vez el sector Explotación de minas y canteras (+10,8% ia) fue el de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguido por Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+2,3% ia) y Hoteles y restaurantes (+10,8% ia).
Por su parte, el sector Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-18,0% ia) fue el que registró la mayor caída en la comparación interanual, seguido de Industria manufacturera (-2,1% ia) y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-1.1% ia): entre los tres aportaron -1.41 puntos porcentuales a la caída interanual del EMAE.