La AFA y la analepsia grondonista del “Todo pasa”

Por Fabián Seidán para Diario Cuarto Poder | Parece una película de gángster, pero no, es la realidad. A través de artilugios “legales” y aprovechando la pandemia del coronavirus, la AFA, fiel a su estilo grondonista del “Todo pasa”, pretende premiar a algunos clubes y robarles a otros sus “merecimientos”. Chiqui Tapia y sus comité de laderos, buscan sacar ventajas, con la mirada puesta en la reelección dentro del órgano rector del fútbol local. “Pichón” de discípulo resultó ser.

De “Don Julio” al “Chiqui”

Tras el fallecimiento de Julio Grondona, el histórico mandamás de la AFA que hizo y deshizo a gusto y paladar todo lo concerniente al fútbol argentino durante 35 años, llegó la hora de los sucesores quienes, como buenos discípulos, intentan a cada paso superar al incorregible maestro del “Todo pasa”.

Primero fue el turno de Luis Segura, como interino, quien pasaría a la historia por estar implicado en un par de denuncias de reventa de entradas y en las bochornosas elecciones de 2016 cuando de frente mar y ante la vista de todos, ensució las elecciones al verse perdedor frente a Marcelo Tinelli.

Luego llegó el cordobés Armando Pérez como interventor para armar un nuevo estatuto y llamar a elecciones; hasta que finalmente, cuando el fútbol argentino parecía tocar fondo -si es que no lo hizo-, se inició el ciclo de Claudio “Chiqui” Tapia, un dirigente ignoto del ascenso que, a pesar de quedarle grande el traje, se las ingenió para salir adelante en base a la actitud negociadora y conciliadora y el apoyo incondicional de su suegro: el camionero, Hugo Moyano.

Es que “Chiqui”, no es ningún bebé de pecho y como todo dirigente venido de abajo que saborea por primera vez las miles del poder, no quiere bajar ni un centímetro del pedestal que ocupa sin dar pelea; por eso, en todo este tiempo estuvo construyendo su estrategia para seguir en la AFA más allá de marzo de 2021 (cuando expira su mandato).

Dicho esto; no extraña para nada todas las decisiones lanzadas la semana pasada en el boletín Oficial 5768 del Comité Ejecutivo, tengan que ver con dicha estrategia de entronizarse en la AFA.

“Hijos y entenados”

Es que allí ratifica lo que se venía elucubrando por lo bajo en la “mesa chica”, tras la propagación de la pandemia del coronavirus: dar por finalizado todos los torneos de fútbol argentino y, además, suspender de cuajo todos los descensos de la Superliga. Como si no bastara, se eliminaron de un plumazo hasta el 2022 la posibilidad de bajar de categoría.

Según el Comité: “Tal decisión radica en establecer un marco regulatorio previsible para todos los clubes que participan en las Categorías involucradas, para dotar a las instituciones de las herramientas normativas necesarias para transitar este período de excepción, ya sea para reorganizarse, preparar con previsibilidad la nueva temporada y, en general, para que las consecuencias económicas no se agraven más de lo que ya están”.

Hasta aquí, todo bien -digamos-, si no fuera que en medio de las medidas adoptadas, se dejó fuera de la “excepción” a los clubes de las categorías de ascenso, ya que se pretende que -a diferencia de los clubes de Primera- definan el ascenso en la cancha, post-30 de junio.

El documento elaborado por Tapia y los popes de la mesa chica de la AFA, no sólo es ilógico, sino injusto, puesto que, por una parte habla de suspender los descensos de la Superliga de la temporada 2019/20 como consecuencia lógica “por cuanto a la fecha de suspensión de las competencias, ningún club había descendido (…)”, “y aquellos que tuvieron una mala temporada eran, sin embargo, acreedores de una legítima expectativa de mantener la Categoría”.

O sea, para pasarlo en limpio: se premia a clubes por el supuesto de que podían evitar el descenso, cuando a lo largo de todo el torneo que culminó con Boca campeón, terminaron dando pena, no sólo con el promedios sino con los puntos alcanzados (caso de Patronato, Gimnasia de La Plata, Colón y Central Córdoba de Santiago) lo que demuestra que nada hacía prever que en ocho fechas, en un nuevo torneo, hubiesen podido salvar la ropa. Igual, Chiqui Tapia y compañía decidieron darles una nueva oportunidad para el festejo de Diego, Cristina y los Zamora, entre otros.

En la AFA no opinaron igual con el Ascenso

En el caso de la Primera Nacional, San Martín de Tucumán marchaba como único líder y con serias posibilidades de alcanzar el ascenso. Aquí Chiqui Tapia y compañía no vieron ni el esfuerzo del club, ni las expectativas de alcanzar su cometido, ni las consecuencias económicas que lo afectaría.

¿Qué primó en el fútbol de ascenso para no declarar un campeón junto con el final del torneo? Seguramente la postura de algunos políticos y dirigentes de clubes (Defensores de Belgrano, Tigre, Agropecuario, Estudiantes de Río Cuarto, Belgrano de Córdoba, Deportivo Riestra, entre otros) que en tiempos de pandemias y de “río revuelto” no quieren perder la oportunidad de luchar por un ascenso, a pesar de no haber hecho una buena campaña. A eso se llama sacar ventaja.

El más descarado de los dirigentes es Marcelo Achile, presidente Defensores de Belgrano, titular de la mesa directiva de la Primera Nacional, vicepresidente de AFA e integrante del riñón político de Claudio Tapia. Para él, dar por campeón a San Martín significaría nada más y nada menos que tirar por tierra el sueño de ascenso de su “Dragón”, que marchaba segundo.

“Como película de gángster”

Pero son muchos los interesados en que no se dé por ascendido a San Martín, ya que esperan agazapados que el club que marchaba primero en su zona se desarme, al no poder mantener a la mayoría de sus jugadores (en junio vencen los contratos del 80% del plantel) y sin competencia ni venta de entradas, será difícil mantenerlos. Ahora, clubes que se habían armado con bajo presupuesto y que habían realizado una campaña regular, tendrán una nueva oportunidad de pelear y hasta ascender. Injusticia en su máximo nivel.

Personajes de la icónica pelicúla “Perros de la Calle”.

Por eso lo importante es que se aplique idéntico criterio al dispuesto por la AFA para la clasificación a las copas, donde se ponderó al puntaje alcanzado hasta el cese de la temporada. Si se tomó la tabla de la Primera y se definieron los ingresos por mérito deportivo, es injusto que la Primera Nacional sea el único torneo donde no se use igual criterio.

Como sea, hay pocas chances de que antes de diciembre vuelva el fútbol en nuestro país. Así lo reconoció Eduardo López, asesor del gobierno nacional en la lucha contra la pandemia de coronavirus. López subrayó: “La condición es que haya temperaturas que ronden los 27 grados para que el coronavirus no tenga capacidad de transmisión. Creo que ese escenario hasta diciembre no va a estar”.

Tal proyección del especialista pone en aprieto los espurios planes de la AFA y de sus amigos carroñeros, quienes -probablemente- como ocurre con los sanguinarios mafiosos de la película “Perros de la calle”, terminen al final sin lograr su cometido.

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