La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Dirección General Impositiva (DGI), desarticuló una maniobra de elusión fiscal en la provincia de Tucumán, pergeñada por el ingenio Concepción, de Emilio Luque.
El organismo, conducido por Carlos Castagneto, detectó irregularidades en las operaciones de un ingenio azucarero y aplicó ajustes por más de $1.200 millones en IVA e impuesto a las ganancias. La firma reconoció el error y acordó abonar las sumas adeudadas.
Las tareas de fiscalización y control de las áreas especializadas permitieron constatar que la empresa buscó reducir su carga impositiva de manera fraudulenta. El ingenio recurría a artilugios contables para simular pérdidas ficticias en sus ejercicios, que además se trasladaban a ejercicios siguientes, y saldos a favor en ambos gravámenes, según informó la AFIP.
La auditoría realizada por el personal de la AFIP arrojó como resultado que los aportes irrevocables de los socios que figuraban en los balances para financiar los quebrantos carecían de documentación respaldatoria.
El contribuyente no aportó las actas de las asambleas donde se definieron los supuestos aportes de capital, su trazabilidad financiera, ni aparecían en las declaraciones juradas de los propietarios, por lo que fueron impugnados. Además, entre las irregularidades descubiertas y desarticuladas, se encuentran el uso de facturas provenientes de proveedores apócrifos.
Esta serie de maniobras fraudulentas dieron lugar a la determinación de deudas por IVA e impuesto a las ganancias por $1.252.095.322, en virtud de los beneficios que el ingenio había obtenido, pero ocultado al fisco.
Tras la fiscalización, la sociedad procedió a rectificar las declaraciones juradas correspondientes.
fuente: contexto