Un informe preliminar de la autopsia realizada a Horacio Quiroga, el ex empleado de Lázaro Báez hallado sin vida en su departamento de la Ciudad de Buenos Aires, arrojó que la causa de la muerte fue un “edema pulmonar agudo” que derivó en un paro cardiorrespiratorio.
El resultado de la pericia y las declaraciones del fiscal del caso, Santiago Vismara, parecen descartar la posibilidad de una muerte violenta. Este miércoles, el representante del Ministerio Público aseguró que hasta el momento no tiene elementos para sostener que Quiroga fue asesinado.
“Él estaba en su departamento con su hijo, quien fue quien abrió la puerta cuando llegó su ex mujer. De momento no tenemos indicios que indiquen que haya habido una tercera persona en el lugar”, declaró el funcionario judicial en diálogo con Radio Nacional.
El expediente continuará caratulado como “muerte dudosa” hasta tanto se reúnan más pruebas que permitan determinar con certeza qué pasó en el baño del inmueble de Callao 1150, séptimo piso. Es costumbre de los tribunales penales calificar de esa forma los fallecimientos cuando se abren las investigaciones.
Quiroga fue director de Epur SA y Misahar SA, empresas petroleras de Lázaro Báez. En 2013 fue una de las primeras personas en denunciar en públicos los vínculos entre su ex jefe y la familia Kirchner. Recientemente, el 6 de abril, en una entrevista realizada por Luis Novaresio en los estudios de Infobae, el empresario ratificó sus acusaciones y reveló: “Yo vi contar hasta 7 millones de dólares en una mesa”.