La Aviación Agrícola Argentina viene siendo cuestionada por la aplicación aérea del herbicida denominado Glifosato (N-fosfonotemilglicina). Se trata de un Principio Activo (PA), de amplio espectro, cuya comercialización es autorizada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Aunque las empresas aéreas sólo pueden aplicar las dosis prescriptas por Ingenieros Agrónomos sobre los cultivos indicados en los respectivos marbetes de cada PA, la opinión pública interpreta que son los pilotos quienes deciden el uso del PA y las condiciones de su aplicación.
Noble actividad
Por ello, y para evitar las falacias que demonizan la noble actividad del piloto aeroaplicador, la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FeArCA) recomienda a la comunidad aeroagrícola minimizar el uso habitual del PA Glifosato, limitándolo a los casos que sean específicamente indispensables y prescriptos por profesionales agronómicos.
Asimismo, FeArCA recomienda no aplicar en forma aérea el PA Glifosato en cercanías de zonas sensibles, zonas de amortiguamiento, escuelas rurales y centros urbanos, con fundamento en el principio precautorio que resguarda el Medio Ambiente y la Salud Pública.
La aeroaplicación es parte importante de la cadena agroalimentaria del país y motor de la economía argentina, y se desarrolla en forma amigable con el Ambiente y sujeta a las Buenas Prácticas Agrícolas.
FEARCA reconoce al SENASA como única autoridad con capacidad de prohibir este y/o cualquier otro PA que se comercialice en Argentina, e invita a Productores, Asesores Agronómicos y Aplicadores Terrestres, a hacer un uso responsable de este y todos los PA habilitados por SENASA, en beneficio de la Calidad Ambiental y la salud de la población.