El avance de la investigación que permitió atrapar a los cordobeses que robaron más de $ 3 millones de un auto estacionado en el shopping Portal Tucumám avanzó hasta dar con una certeza inquietante: los malvivientes llegados desde el centro del país, contaban con un fuerte respaldo logístico de un grupo de tucumanos que les facilitaron un lugar donde quedarse, la movilidad y, sobre todo, la información necesaria para actuar.
Los pesquisas apuntan a una organización dedicada al robo con inhibidores de alarmas, pero hay registros de golpes planeados y concretados por gavillas de otras provincias que se pasan información clave para la actividad ilícita.
El último y más sonado fue el episodio protagonizado por Miguel “Gata” Lizárraga, sentenciado a 18 años de prisión por encabezar a una banda compuesta en parte por delincuentes que venían de Córdoba para concretar “escruches” en Tucumán.
Un hombre afirmó que el 20 de abril, luego de retirar $ 3,7 millones de una oficina de cobranzas, se trasladó en su Toyota Corolla a un centro de compras de Yerba Buena donde par reunirse con su familia a almorzar.
El damnificado detalló que guardó el dinero en una mochila, dentro del baúl del auto y cuando volvió notó que el rodado había sido violentado con inhibidores de alarma y que el dinero había sido robado.
Al observar las cámaras de seguridad del predio, los investigadores vieron a un Peugeot 408 rojo detenido cerca del auto de la víctima y que uno de sus ocupantes, aparentemente sin ejercer violencia, se apoderó la mochila con el botín.
Días después motoristas vieron el mismo vehículo en movimiento por avenida Perón, por lo que se montó un operativo que retuvo al auto en la esquina de esa arteria y la calle Lobo de la Vega.
Tras detener a los sospechosos, les incautaron $ 400.000 y tres supuestos inhibidores, para luego identificarlos como Martín Manuel Villarreal (38), Matías Alejandro Barrionuevo (35) y Nicolás Emanuel Altamirano (32), todos domiciliados en la ciudad de Córdoba.
En una audiencia que se realizó este miércoles, el fiscal Carlos Picón y su auxiliar Pablo D’ Andrea formularon la acusación contra los tres cordobeses por el delito de robo agravado en poblado y en banda.
Además requirieron la prisión preventiva por cuatro meses para los imputados, a lo que el juez Lucas Taboada accedió, aunque reduciendo la sanción a dos meses.
“Vamos a disponer de todos los recursos para que los delincuentes de otras tierras no puedan volver más a la provincia, pero también para exponer y detener a los tucumanos que los alojan, los proveen de casas y vehículos en Tucumán y los orientan con datos e información”, remarcó el director de Investigaciones Miguel Carabajal.
El comisario señaló que se trataría de una banda cordobesa distinta a la que se dedicaba a los “escruches”, pero aclaró que sería igual de numerosa. “Son bandas nómades, van de provincia en provincia realizando robos”, describió.
Varios sospechosos de integrar esas bandas tienen pedidos de captura en distintos distritos del país, incluyendo a tucumanos, por lo que la Policía está tras los pasos de un delincuente que ya estuvo preso por el robo de una camioneta con la misma mecánida, que sería quien habría invitado y recibido a los detenidos.
fuente: contexto