La designación del senador peronista como candidato a Vicepresidente cambiará la toma decisiones en el Gobierno y debilita los acuerdos de Alberto Fernández con los gobernadores peronistas.
Mauricio Macri debatió la candidatura de Miguel Ángel Pichetto con Marcos Peña y Durán Barba. Sopesó su trayectoria partidaria, su seniority institucional y su lealtad política. Macri comprendió que Pichetto no lo traicionaría desde la Cámara de Senadores y que sus contactos peronistas podían significar la diferencia electoral para derrotar a la fórmula que protagonizan Alberto Fernández y Cristina Fernández.
Idea política
El Presidente ya había tenido encuentros reservados con el senador nacional y su propuesta formal sirvió para coronar una idea política que ambos comparten desde hace meses: Cambiemos tiene que expandirse hasta alcanzar el 75% del electorado, como condición esencial para ejecutar un plan de gobierno que promueva las reformas necesarias para ingresar al siglo XXI.
Votos más votos
Macri y Pichetto saben que es imposible en una elección presidencial alcanzar el 75% de los votos emitidos. Y asumen que su proyecto de coalición amplia versus el acuerdo político entre Sergio Massa y Alberto Fernández -si finalmente sucede- terminará de partir a la sociedad en dos mitades.
En este escenario político, el Presidente cree que puede sumar a los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Manuel Urtubey (Salta), mientras que el senador peronista estaría en condiciones de promover pactos institucionales con los gobernadores Sergio Uñac (San Juan) y Gustavo Bordet (Entre Ríos), todos mandatarios justicialistas que se sienten cómodos con la administración de Cambiemos y no quieren regresar a los métodos que usaba Cristina en el poder.
Tres gobernadores
Junto a esta representación territorial, la fórmula bipartidista de Cambiemos pueden añadir a los gobernadores Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Arabela Carreras (Río Negro) y Omar Gutiérrez (Neuquén), todos pertenecientes a partidos provinciales que tienen muy buena relación con Macri y Pichetto.
Durante la campaña electoral, el éxito político de Pichetto será acercar al peronismo que fue excluido por Cristina y encontrar fórmulas de acuerdo con los gobernadores justicialistas que hacen una apuesta institucional hacia el futuro.
Conocedor del peronismo
El candidato a vicepresidente conoce la lógica de poder que tiene su partido y operará con el pragmatismo que ya mostró trabajando en sucesivo para Carlos Menem, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Detectar operaciones
Pero el valor de Pichetto no termina en su conocimiento del alma peronista: se debe incluir también su capacidad política para detectar qué operaciones puede diseñar el comité de campaña de Fernández y Fernández para complicar la carrera presidencial de la formula bipartidista que lidera Macri.
Una herramienta política
Es decir, Pichetto para Macri es una afilada herramienta política con suficiente experiencia para sumar respaldo partidario y evitar las trapisondas de campaña que el peronismo ejecuta cuando intenta acceder al poder o preservar los espacios que considera propios.
fuente: infobae