La delegación regional Tucumán de la Confederación General del Trabajo (CGT) conformó sus autoridades en la provincia, con Marcelo Sosa (UOM) y Juan Carlos Aguirre (UDT) a la cabeza.
El viernes pasado se llevó a cabo el congreso de normalización de la Confederación General del Trabajo Regional Tucumán (CGT) en el histórico salón de la FOTIA.
Del cónclave normalizador participaron representantes de 37 organizaciones sindicales, entre confederados y provinciales. Estuvieron presentes el secretario del Interior de la CGT nacional, Francisco Barba, quien instó a los gremios que no estaban presentes a sumarse.
Las nuevas autoridades fueron acompañadas por dirigentes y afiliados que colmaron el salón. Tras años de falta de unidad, los dirigentes sindicales decidieron poner fin a tanta desunión y avanzaron en las normalización definitiva.
De ese modo, quedaron como delegado regional y delegado regional adjunto, Marcelo Sosa, de la Unión Obreros Metalúrgicos (UOM) y Juan Carlos Aguirre, de la Confederación de Educadores Argentinos (CEA) y la Unión Docentes Tucumanos (UDT). Los acompañan, entre otros dirigentes, la delegada adjunta Teresa Hernández de Ramayo, del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (SADOP); el secretario de Acción Gremial, Julio Fermín Rufino Jerez, de la Federación de Obreros y Trabajadores de la Industria Azucarera (FOTIA); el secretario del Interior, Juan Ramón Correa (FEIA); el secretario de Organización Carlos Augusto Pizarro (FEPETAX); el secretario de Producción y Empleo, Germán Ferrari, de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y el secretario de Industria Julio Francisco (SOIC).
Sosa se comprometió a ponerse a la cabeza de la lucha de los trabajadores en un momento crítico en el que se están perdiendo fuentes de trabajo y el gobierno nacional permanentemente obstruye el ejercicio de los derechos.
Por su parte, Juan Carlos Aguirre señaló que se trata de una nueva etapa que exige compromiso y dedicación, acompañamiento y militancia, porque el Gobierno nacional se viene contra los trabajadores, que son quienes sostienen el sistema económico argentino.
“La CGT afrontará tiempos difíciles. Estaremos a la altura de las circunstancias con el acompañamiento de nuestros afiliados y sus familias. Si estamos unidos, jamás seremos vencidos”, sostuvo Aguirre.