Queen dejó una huella imborrable en la historia de la música. La mítica formación que lideró Freddie Mercury redefinió los paradigmas musicales y marcó una época. Marcó un legado para el rock posterior, aunque ninguna voz masculina hasta hoy pudo igualar la maestría de Mercury. La ciencia indagó en la peculiaridad de su voz.
Hoy se cumplen 25 años de la muerte de Freddie Mercury. Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de Austria, República Checa y Suecia se propuso estudiar el impresionante alcance vocal del líder de Queen.
Los resultados -publicados en Logopedics Phoniatrics Vocology– descubrieron un aspecto sorprendente en su voz. Aunque no se demostró el mito que marcaba que Mercury colmaba el rango de cuatro octavas completos, se comprobó que su tendencia vocal era barítono cuando siempre se creyó que era tenor. A tal conclusión arribaron después de analizar seis entrevistas del cantante en la cual se determinó una media vocal de 117.3 Hz, un número casi inigualable.
Los tonos que manejaba Mercury durante sus performances no eran producidos gracias a la vibración de las cuerdas vocales, tal como sucede con la gran mayoría de los otros cantantes. Su voz surgía a partir de la vibración de la cuerdas ventriculares. La técnica es propiedad casi exclusiva de los intérpretes provenientes de la música clásica.
“El uso de esos subarmónicos ayudan a dar la impresión de que se está escuchando un sistema de producción de sonido llevado al límite. Y suena con una delicadeza impactante. Ese efecto, sumado a un vibrato rápido e irregular, posiblemente ayudó a Mercury a ser la leyenda que fue”, explicó Christian Herbst, uno de los líderes de la investigación.
A su vez, las cuerdas vocales del mítico artista vibraban con mayor frecuencia que las del resto de sus colegas. Siendo el vibrato perfecto de valor 1; una escala lograda, por ejmplo, por Luciano Pavarotti; Mercury promediaba un número de 0,57. Su voz vibraba a un ritmo extraordinario.
Para comprobar su genialidad vocal, nada más convincente que escuchar una de sus canciones. “Don´t stop me now”, uno de los himnos de Queen, en el que Mercury hace gala de su variedad de tonos inigualable.