Baches y lomos de burro en Yerba Buena | A más de tres años del inicio de su gestión, el intendente Mariano Campero no ha dado solución a los vecinos que transitan a diario en la ciudad de Yerba Buena.
Obstáculos que son un peligro
Al contrario, el intendente ha generado obstáculos que ponen en riesgo la vida de los automovilistas y ciclistas con enorme lomos de burro. Los baches hacen intransitables muchas de las calles de esa ciudad.
Cuando era concejal de Yerba Buena, Mariano Campero se quejaba de las acciones poco claras de su antecesor, el “ultra alperovichista”, Daniel Toledo. Pero llegó a la Intendencia y una especie de amnesia parcial lo dominó.
La “ciudad de los baches”
Dejó de escuchar los reclamos de los vecinos yerbabuenenses, quienes hoy padecen problemas similares a los que tenían con el anterior intendente, como los baches y los mal llamados “lomos de burro”.
La otrora “Ciudad Jardín” no sólo tiene un crecimiento descontrolado en el que puede dejar atrás ese nombre que tanto orgullo le genera a quienes residen allí, sino que se puede transformar en la ciudad de los baches.
Automovilistas y gomerías
Quienes pueden dar fe de ello son los conductores, tanto automovilistas como ciclistas, que a diario se recuerdan del intendente y, en muchos casos, hasta de su madre, cada vez que son afectados por los fuertes golpes que dan los vehículos.
Respecto de ello pueden dar fe las gomerías y las casas dedicadas a eliminar los golpes que quedan en las dañadas llantas -algunas irrecuperables- además de las cubiertas que quedan directamente inutilizadas.
Los mismos argumentos de Alfaro
Al igual que su par capitalino, Campero le echa la culpa a las pérdidas de agua y cloacales que no repara la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), pero los vecinos saben que se trata de un simple pretexto para no hacerse cargo.
Lo que queda en evidencia es que en Yerba Buena no existe una política de mantenimiento y de eficiente control de las obras nuevas y de las reparaciones que hacen falta. Los habitantes de esa ciudad lo viven a diario.
Lomos de burro y muertes
Mientras que, en lo que hace a los retardadores de velocidad, mal llamados “lomos de burro”, la gestión de Campero se empecina en mantener esas inmensas estructuras que fueron construidas en la avenida Presidente Perón.
Ese capricho persiste a pesar de las muertes y de las graves consecuencias que ha generado ese tipo de construcciones, que al decir del especialista en temas viales, Jorge Luis Rodríguez Robledo, constituyen verdaderos atentados.
Los ánimos vecinales muy caldeados
Ni siquiera la opinión de quienes saben en materia vial logra conmover al intendente Campero. Quizás esté esperando que se produzca una nueva tragedia, de la cual nadie será culpable, ni siquiera sus amigos funcionarios.
Por lo pronto, el ánimo de los vecinos se pone cada vez más caldeado, como el propio clima de la provincia, que sabe de un verano tórrido que se puede extender hasta las elecciones y afectar las ansias reeleccionistas de Campero.