“Fue cuando estaba Pusineri”. La primera confesión llega así: escueta, seca, contundente para ubicarnos en tiempo y espacio y a través de un mensaje.
Corría agosto del 2022 y el Atlético de Lucas Pusineri asombraba al país: puntero y con pinta de pelear hasta la última fecha. Sobre el final del campeonato, el equipo se cayó, pero dejó en el recuerdo de todos los hinchas Decano un fin de año festivo.
Creer o reventar, en noviembre de ese 2022, el Club Atlético Tucumán anunció una serie de refacciones en el Monumental: la más visible, el cambio del alambrado por la instalación del vidriado. Fue en ese momento que aparece en escena el albañil que hoy rompe el silencio.
Fanático de San Martín, el albañil formaba parte de las tareas de remodelación en 25 y Chile: “Todas las mañanas me cruzaba con un gato negro de la vecina. Todos los días hasta que un día lo atropelló una moto”.
Como albañil y Ciruja, el muchacho no lo pensó dos veces: “Tenía acceso a la cancha. Sabía de la historia de los siete gatos negros en la cancha de Racing y no lo dudé: enterré el gato negro de la vecina en la cancha. Desde entonces, todo se les vino abajo”.
Con la renuncia de Lucas Pusineri en junio de 2023, el Decano nunca más volvió a ser el mismo desde la acción que se adjudica este albañil: “Le había puesto Michifús y hasta el día de hoy el vago se adjudica en el grupo de Cirujas que él hizo ese trabajo”.
La confirmación de que la mala suerte persigue a Atlético fue el miércoles 6 de marzo, contra Banfield, la noche negra que el Decano le llenó el arco de situaciones de gol al Taladro, pero terminó goleado por 3 a 0: “¿Ven cómo les está yendo? Todo gracias al gato”. Creer o reventar. /eltucumano