El desmejoramiento de las Pymes industriales en el tercer trimestre, marca una continuidad con respecto a los índices de 2017 y 2018. Se perdieron 30 mil empleos en la pequeñas empresas del sector, según un informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), que da cuenta de la falta de expectativas con respecto a la finalización del año y el 2020. La falta de crédito y la devaluación de la moneda son dos aspectos fundamentales.
Se profundiza la falta de empleo
Las pequeñas y medianas empresas industriales despidieron a unos 30 mil empleados a lo largo del tercer trimestre del año.
La cifra refleja una caída del 5% interanual de la cantidad de personas ocupadas, según la información dada a conocer por la Fundación Observatorio Pyme (FOP) en base a una encuesta realizada.
Un comportamiento repetitivo
En el análisis comparativo de los datos con respecto a mediciones anteriores, destacaron que este comportamiento se repitió por tercer trimestre consecutivo desde fines de 2017, lo que genera gran preocupación.
Las expectativas sobre el cambio de gobierno y la mejora económica no son muy optimistas.
Hay sectores que, por su movimiento y demanda pueden abstraerse de la realidad de las Pymes, pero en este caso, las dificultades con el empleo se manifiestan también en el sector de Software y Servicios Informáticos, mediante una ralentización del aumento de la cantidad de ocupados.
Las pequeñas en caída
Sin embargo, la Fundación resaltó que la devaluación “post PASO” encontró al sector de las medianas empresas industriales en una “franca recuperación” durante el tercer trimestre, pero el de las pequeñas empresas “continuó en caída”.
Aunque ambos se mantuvieron en registros negativos en lo que hace a la generación de empleo, que en vez de crecer decreció, como señalamos anteriormente, en alrededor de un 5%.
En cuanto a la incidencia de los vaivenes de la economía, el informe señala que los efectos económicos de la depreciación del peso del mes de agosto (24% en relación al tipo de cambio promedio de julio) y la aceleración resultante de la inflación se están manifestando completamente en este momento y se podrá calcular precisamente su impacto en el mundo de las PyME recién en marzo 2020.
Dificultades para el crédito
Por último, es importante comentar también que la coyuntura muestra una contracción acumulada interanual en enero-agosto de casi 30% en el crédito real destinado a PyME, que de por sí es muy bajo (2% del PBI argentino, es decir, 2% de todo el valor en bienes y servicios finales que produce el país).
Así también se observa que las dificultades de financiamiento hasta septiembre de 2019 aumentaron 21% en forma interanual para las industrias manufactureras de menor dimensión (en relación a dos años atrás, el tercer trimestre de 2019 muestra una duplicación de la difusión del problema), de acuerdo a los datos preliminares de la Encuesta Coyuntural de FOP.
No se vislumbra la recuperación
El informe elaborado por la Fundación Observatorio Pyme (FOP) también refleja las proyecciones a futuro que se palpitan en el sector, la que son más que negativas, teniendo en cuenta que las variables de recuperación no aparecen, al menos en el corto plazo.
En ese sentido, en términos de expectativas sobre algunas variables centrales para el fin de 2019, como es de esperar, la mayoría de las PyME manufactureras no prevén aumentos de las ventas al mercado interno ni de la planta de personal ni de las exportaciones, pero sí más aumento en sus precios de venta.
Rentabilidad deteriorada
Asimismo, para el próximo año las expectativas sobre rentabilidad se deterioran marcadamente entre los empresarios de cada segmento, así también las expectativas sobre el desempeño económico futuro en general también desmejoran.
El panorama de recuperación de las Pymes es negativo después del macrismo.