Cuando Linda Hamilton protagonizó Terminator 2: Judgment Day en 1991 junto a Arnold Schwarzenegger, se hizo conocida por su impresionante estado físico. Su interpretación de Sarah Connor la llevó a la fama como una mujer dura y de temer en Hollywood.
Según Entertainment Weekly, Hamilton trabajó tres horas al día durante seis jornadas a la semana mientras filmaba la segunda película de “Terminator”, y podía levantar pesas de hasta 38 Kg. Ahora, la actriz regresa a su papel en Terminator: Dark Fate de Paramount, que se estrena el jueves. A los 63 años, su rutina de ejercicios ha cambiado, y tuvo que trabajar duro para prepararse para las demandas físicas del trabajo.
En una entrevista con InStyle, Hamilton reveló que entrenó durante un año con Mackie Shilstone, una entrenadora cuyos otros clientes incluyen a la campeona de tenis Serena Williams y la estrella de la NFL Peyton Manning. “Pude trabajar con ella porque Serena estaba embarazada”, comentó a InStyle. “Fue un maravilloso accidente de tiempo”.
Los entrenamientos de Hamilton incluyeron una combinación de levantamiento de pesas, Pilates y entrenamiento cruzado. Junto con Shilstone, Hamilton trabajó con un grupo de otros médicos, como un cardiólogo, fisioterapeuta y dietista. Para llevar a la perfección su transformación, tomó suplementos dietéticos y siguió una dieta estricta.“No comí carbohidratos durante un año y medio“, detalló a la publicación.
Este desafiante trabajo de preparación no se trataba solo de estética; Hamilton le dijo a InStyle que el riguroso horario de filmación y las exigencias físicas del papel también eran muy pesadas para su cuerpo. “En la película, trabajamos muchas semanas durante seis días; incluso si teníamos un fin de semana libre, probablemente tenía una lección de buceo o entrenamiento militar ”, reveló la actriz. “Cuando tenía un día libre, dormía 20 horas. Descansaba mi cuerpo y leía libros para pensar en otra cosa “.
Hamilton también trabajó con un militar del Ejército para aprender a manejar adecuadamente las armas que aparecen en la película, según comentó a “Extra” en julio de 2019. En la misma entrevista, reconoció que por momentos el rodaje se convirtió “casi imposible” para ella por la gran exigencia física que le demandó. Además, explicó los motivos que la hicieron volver tras muchos años. “No quería que pareciera un descaro de dinero. Quería un guión y una historia que fuesen dignos para continuar la trama”.
Para Schwarzenegger resucitar a Terminator en la nueva entrega tampoco fue fácil y menos a los 73 años. Pese a que el actor nunca ha dejado de entrenar, volver a la gran pantalla internacional con su papel más icónico le requirió gran esfuerzo. Entrenó seis días, con un día de descanso, comenzando su rutina a las 7 de la mañana y terminando el día con más ejercicios. Complementó su rutina de pesas con sesiones de 45 minutos de bicicleta. Como se tuvo que someter recientemente a una cirugía cardiovascular, explicó que su entrenamiento consiste ahora en más repeticiones con menos peso y le da más importancia a los estiramientos y al calentamiento, lo que lo ayuda a evitar lesiones.
Terminator: Dark Fate es la sexta producción de la franquicia de Terminator. La segunda película, Terminator 2: Judgment Day, ganó la mayor cantidad de dinero en la taquilla, recaudando más de USD 204 millones en los Estados Unidos, según Box Office Mojo.
Dirigido por Tim Miller (Deadpool), el filme está producido por James Cameron, que también coescribió la historia junto con Miller. El guión corre a cargo de David S. Goyer y continuará la historia a partir de la secuela de la primera película, ignorando las tres entregas posteriores.
Los actores MacKenzie Davis y Gabriel Luna, serán los nuevos protagonistas de esta nueva historia. El avance de Paramount Pictures tiene un comienzo bastante caótico y de tensión. Todos están huyendo, incluyendo el mexicano Diego Boneta, reconocido por interpretar a Luis Miguel en su serie biográfica, que también es parte de la cuota latina que tendrá el filme.
Todo indica que el hombre detrás de Deadpool volvió a las raíces de Terminator y dejó atrás el camino que tomaron las películas a partir de Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas, dirigida por Jonathan Mostow, y que llegó a su punto más bajo con Terminator: Génesis.