Llegaron en un momento complicado, donde Atlético luchaba por no perder la categoría, aceptaron el desafío, se hicieron cargo de un equipo roto de mente, lo llevaron a estar a un paso de ingresar a una copa internacional y olvidarse por completo de los puestos de abajo.
Esa fue la cronología de un año antes de lo que sucedió ayer por la tarde, donde la dupla Sergio Gómez-Favio Orsi, presentó la renuncia luego de la caída de Atlético como visitante 1 a 0 ante Deportivo Riestra. Sin lugar a duda, un resultado que no se esperaba y que cayó como un balde de agua helada.
Las expectativas para este 2024 eran otras, el hincha buscaba pelear el torneo, buscaba una clasificación a una copa y sentirse protagonista en la Copa de la Liga. Sin embargo, tras los malos resultados, la paciencia se acabó, sumado a lo que pasó con Bruno Bianchi y su salida polémica del club.
“Al Bebe le digo Guillermo, porque supuestamente estamos peleados, él se quería ir, nosotros nunca le dijimos que se vaya, tenemos una gran relación”, dijo Sergio Gómez días atrás tirando por tierra los rumores de una pelea con otro referente. Sin dudar, fueron dos etapas en una, donde determinó la salida anticipada. La primera muy buena y la segunda, la que al hincha le queda marcada, muy mala. Sólo cuestión de resultados.