Por Fabián Seidán para Diario Cuarto Poder | La inflación de marzo 2021 trepó a 4,8% y la gente común, que no sabe lo que eso significa, sospecha que es malo pues, ese mes necesitó más dinero para poder comprar o pagar los mismos productos que adquirió en febrero. Los precios de la carne, lácteos, frutas y verduras se fueron por las nubes y se llevaron consigo los aumentos dados en paritarias. La inflación como el virus del Covid-19 parecen incontenibles.
Todo sube de precio
El pronóstico del ministro de Economía Martín de Guzmán, de una inflación anual del 29%, pasó a ser una quimera en el tercer mes del año y parece que nada ni nadie, podrá evitar que pase los 50 puntos. En ese marco de situación, con salarios que pactaron aumentos del 30 al 35 por ciento, se hace necesario que el Gobierno intervenga para evitar que la gente siga perdiendo poder adquisitivo y continúe desgastándose el consumo.
Es sabido que un mercado sin consumo (o bajo consumo) no sólo afecta al comprador, sino también al vendedor, se cierran empresas, se pierden puestos de trabajo en toda la cadena y se entra en una recesión económica que termina por resentir fuertemente la actividad productiva y el crecimiento del país.
Medidas paliativas
Es por eso que en las últimas horas, funcionarios del gobierno nacional se sentaron en una mesa con representantes de empresas de consumo masivo para trabajar en un acuerdo que permita mantener congelados los precios de al menos 120 productos por seis meses.
Si bien no harán que bajen sus precios, al menos se buscará que no sigan subiendo.
Directivos de Molinos, Mastellone, Arcor, Unilever, Las Marías, Bimbo y Papelera del Plata, Aceitera General Deheza, Procter & Gamble, Molino Cañuelas, Mondelez, Danone y Alicorp, entre otros, se sentaron en la mesa y escucharon la propuesta del Gobierno.
Dicha canasta no tiene que reunir productos de primeras marcas pero sí deben poder encontrarse en la mayor cantidad de puntos de venta del país.
A diferencia del programa Precios Cuidados, que contiene productos de primeras marcas -como es el caso de la Coca-Cola, por ejemplo- y que tiene como finalidad fijar precios de referencia, en este caso el Gobierno no exigió marcas líderes, sino que haya opciones en cada categoría básica a un precio accesible. Ya no se busca calidad, tampoco cantidad, sólo que se pueda comprar.
Los productos que más subieron
La carne, las frutas y las verduras, los productos que más subieron en los últimos meses también deberán acordar, como las bebidas no alcohólicas, los lácteos, quesos, huevos y los aceites.
El sector de la comercialización
Los precios de los alimentos siguieron subiendo en los súper e hipermercados en marzo, como ocurrió en los meses anteriores. Se vieron subas del 20 por ciento en la carne, del 10 por ciento en quesos y del 15 por ciento en leches y yogures; galletitas dulces subieron un 12 por ciento, también las bebidas sin alcohol tuvieron alzas del 4,5 por ciento mientras que las cervezas y vinos mostraron aumentos del 20 al 30 por ciento, sobre todo las marcas de exportación e importados.
La aceleración inflacionaria preocupa al Gobierno que avizoraba una meta del 29%, pero el número de 4,8% de marzo que dio a conocer el Indec generó un fuerte malestar y empujó a las autoridades a apurar ideas para frenar las subas. La creación de esta nueva canasta básica, que Comercio Interior comenzó a negociar con las principales empresas de consumo masivo es la herramienta más a mano que encontraron para que los salarios no sigan perdiendo con la inflación.
Inflación vs salarios
El aumento de la inflación en el primer trimestre del año hace presagiar que el salario real seguirá cayendo. La inflación en marzo alcanzó al 4,8% mensual. Esto hizo que en el 1° trimestre del 2021 el aumento de los precios sea del 4,2% de promedio mensual. Si no se logra revertir la tendencia, la inflación anual en el 2021 llegará al 60%. El doble de la meta planteada por el gobierno y cuyo número se tomó como referencia para acordar los salarios tanto públicos como privados.
Acuerdos de precios o parches
De acuerdo a un informe de la consultora IDESA que conduce el economista Jorge Colina, no bastaría un congelamiento de los precios para frenar la inflación. Y explica: Mientras la inflación se mantenga alta, no hay posibilidades de revertir la caída del valor del salario real. “Intentar compensar la inflación con mayores aumentos de salarios sólo sirve para acelerar el incremento de los precios. Tampoco resulta eficaz reprimir la inflación para que los salarios le ganen con atraso cambiario, congelamiento de tarifas o controles de precios”.
En pocas palabras, nada hace prever que éste será un año bueno, económicamente hablando, para la mayoría de los argentinos. Por lo menos que lo sea en materia sanitaria.