Pablo Antonio Amín, que en 2007 asesinó y mutiló a su esposa en el por entonces llamado Gran Hotel del Tucumán en el parque 9 de Julio, fue beneficiado con salidas transitorias del penal de Villa Urquiza, luego de que la Justicia escuchara un informe de su psicólogo y personas que tratan con en él en la cárcel.
La Justicia aceptó el pedido del hombre de actualmente 40 años, de las cuáles pasó 15 en prisión por el asesinato de María Marta Arias. Tras asfixiarla, con un elemento cortante le sacó sus ojos y los dejó sobre la cama; le cortó sus partes íntimas y golpeó el cuerpo. Después lo arrastró cuatro pisos abajo, hasta que un empleado del hotel lo descubrió completamente desnudo, bañado en sangre y pateando con furia el cadáver de su esposa.
Ayer miércoles, en una audiencia encabezada por la jueza Ana Iacono y de la que participó el médico psiquiatra de Amín, y representantes del Ministerio Público Fiscal, se decidió que el reo pueda salir dos veces por mes del penal, por tres horas, custodiado en todo momento por tres efectivos de la Policía de Tucumán que lo escoltarán hasta la casa de su esposa, donde Amín se dirigirá para pasar este tiempo.
“En estos momentos y desde hace muchos años no presenta delirios. Sobre la peligrosidad o potencial peligrosidad, me parece que si bien cabe, no se va a dar en las próximas 12, 24 o 48 horas. Esto se puede dar a lo largo de los meses o años y en el caso de Amin tiene un especie de control en su señora o en mí. Podemos detectar si tiene un humor sombrío, si tiene preocupaciones y se puede intervenir a tiempo y revertir la situación”, dijo el especialista Carlos Corrado, que atiende al condenado. Y agregó: “Si la pregunta es, ¿si va a volver a matar? Yo digo que no”, sentenció.
Sin embargo, desde el Ministerio Público Fiscal, representado por Gonzalo García, de la Unidad de Ejecución de Sentencias, se expresaron en contra de que Amín salga de Villa Urquiza. “A mi entender, que nos diga que no va a ocurrir nada en un medio libre, quiero adelantar que me voy a seguir manifestando de manera desfavorable. Lo lamento por el señor Amín, la peligrosidad cabe”, afirmó.
“A lo que este ministerio le preocupa, y no hablo en mi persona, sino como representante del Ministerio Público, es la peligrosidad. Que no ocurra un evento que después nos podamos lamentar las partes que formamos parte como operadores del sistema”, finalizó.
Amín no hizo uso de la palabra en esta audiencia. Sin embargo, la semana pasada hizo hincapié que en el juicio realizado en 2009, fue “drogado” con inyecciones que lo llevaron a actuar de manera irracional. “No estoy disconforme con la pena que he recibido, pero el correr de los años le dieron la razón al perito de parte y a los planteamientos que se hicieron en ese momento y eso a mi me duele mucho, porque siento que han jugado conmigo con el tema de las inyecciones que me han puesto antes del juicio para hacer la payasada que me han hecho hacer”, relató.
“Digo que es una amnesia, porque hasta hoy lo he visto en las redes sociales al juicio, y es que desde ahí puedo asociar ciertas cosas, donde fue amenazado el doctor Lezana Flores. Yo hoy no me acuerdo de muchas entrevistas que han pasado. Han jugado conmigo, experimentaron con inyecciones de las cuales sufrí torturas, de las cuales las tengo hoy por hoy”, afirmó ante la atenta escucha de los participantes de la audiencia.
Luego, Amín aseguró tener “estigmas físicos” que se pueden comprobar con cualquier médico forense. “Tengo para que lo puedan comprobar, en mis manos, mis huesos y tobillos. Me obligaron poniendome inyecciones. Me hicieron un cóctel de medicamentos y en el estado en que estaba me llevaron al juicio donde deliré y me burlé del tribunal. Algo que dice el magistrado Herrera Molina ‘ yo hablé con usted ayer y era coherente’. Y así fue porque yo me fui con un cuaderno para contarle bien lo que ocurrió esa noche trágica que me trajo aquí a mí”, dijo.
fuente: contexto