El juez federal Daniel Rafecas comprobó hoy la existencia de un escondite en la casa de Tigre del ex secretario de Obras Públicas, José López, el lugar donde habría ocultado los casi nueve millones de dólares que se le incautaron al momento de su detención.
Fuentes judiciales confirmaron que, a través del procedimiento, el magistrado pudo comprobar personalmente un pequeño escondrijo en la parte superior del cuatro matrimonial, al que se accede con escalera plegable. Es el lugar que había informado el ex funcionario sospechado de corrupción, cuando prestó la última declaración indagatoria en el juzgado.
El escondite es de difícil acceso y está debajo de los tanques de agua, aunque es “muy precario”, informaron las fuentes. Consta de un falso entrepiso elaborado con listones de madera, y el espacio ocupa 3 metros de largo por 1,5 metros de ancho, por 40 centímetros de profundidad.
La inspección fue hoy a las 10 en la casa de Dique Luján en Tigre, donde López y su mujer vivían como inquilinos de la propiedad del empresarioEduardo Gutiérrez, este último investigado como testaferro del ex funcionario.
El ex secretario de Obras Públicas cumplió la semana pasada su segundo mes de prisión, al que llega luego de haber confesado que el dinero con el que fue detenido lo había ocultado en la casa que habitaba en Tigre junto a su mujer.
La estrategia del ex funcionario investigado por presunto enriquecimiento ilícito viró radicalmente el jueves pasado, cuando rompió el silencio. “Lo que voy a decir por ahora con respecto a ese dinero, es que ese dinero no me pertenecía, ese dinero pertenecía a la política. Y yo, cuando tenga la fortaleza física, psicológica y espiritual necesaria, voy a dar todos los detalles”, declaró, sin mayores precisiones.
En su primera presentación ante Rafecas, López se había negado a declarar sobre la noche en la que fue descubierto mientras tiraba bolsos por sobre el paredón de un monasterio de General Rodríguez.
Si bien en la última audiencia López se mostró más colaborativo, todavía resultan insuficientes sus aportes si con ellos pretendía deslindarse de la responsabilidad de haber sido capturado con el dinero no declarado.
Más allá del mensaje a la política en general, López dejó algunos nombres propios en su declaración, aunque no los vinculó con ningún hecho ilícito: mencionó al publicista Jorge “Topo” Devoto, amigo de la ex presidente Cristina de Kirchner y a Angelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri e importante contratista de obra pública.