crimen

En las últimas horas quedó definido el perfil genético del asesino de la contadora Carolina Ana Rotger (59 años). Por estas horas, la investigación permitió confirmar que el asesino es un hombre, porque la autopsia determinó que existió un abuso sexual ya que se hallaron restos de semen en la escena del crimen, con lo que se elaboró una lista de sospechosos.

El 24 de abril fue encontrado el cuerpo sin vida de Rotger en su casa de calle Charcas al 1.000, en el barrio Sarmiento, al este de San Miguel de Tucumán. La docente universitaria estaba desnuda y tenía un trapo en su boca, con el que la asfixiaron hasta provocar su muerte.

Aunque en la casa no se encontraron indicios de un robo, no se pudo ubicar el celular de la víctima, que por según se cree, sería el único elemento que se llevó el criminal. Se supone que el agresor también podría haberle robado una suma de dinero que la mujer había retirado días atrás de su cuenta bancaria.

Al iniciar la pesquisa, a cargo de Ignacio López Bustos, fiscal de Homicidios I, efectivos de Policía al mando de los comisarios Adrián Moreno, Jorge Dib y Diego Bernachi pudieron averiguar que una semana antes del suceso, Rotger fue primero al banco, donde extrajo una suma moderada de dinero y luego pasó por una casa de celulares donde adquirió el teléfono que aún no aparece. Por el momento no se pudo comprobar si alguna persona la acompañó a hacer esos trámites.

Una profesional muy aplicada

Rotger, quien vivió toda la vida en ese barrio de la capital, fue recordada por sus vecinos por dos cuestiones: fue una profesional muy aplicada, que terminó rápidamente los estudios y comenzó a enseñar en la facultad de Ciencias Económicas de la UNT, y alrededor de los 35 años le diagnosticaron una enfermedad mental que fue minando su salud hasta forzar un retiro anticipado.

Carolina Rotger, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT, fue asesinada en su domicilio de calle Charcas al 1.000

Quedó al cuidado de su madre, hasta que la mujer falleció el año pasado. Desde entonces ella quedó prácticamente sola y, pese a que contaba con los recursos para pagar, comenzaron a cortarle los servicios por falta de pago. Algunos vecinos que solían colaborar con ella, informaron que en sus últimos días Rotger vivía sin electricidad ni gas.

No hay querellantes

Al menos hasta ahora, ningún familiar se presentó como querellante en la causa. A partir de algunos testimonios, los investigadores descubrieron que personas en situación de calle solían rondar a la mujer e incluso frecuentaban su casa. Los vecinos creen que podrían haber estado aprovechándose se su condición de salud.

La Fiscalía ya armó una lista de sospechosos cuyos nombres por el momento no pueden darse a conocer. La Policía está tras sus pasos a la espera de que decidan ponerse a disposición para que se realice una comparación genética con los restos de ADN hallados en la escena. En la casa también se encontraron las huellas dactilares de un desconocido.

“Si bien la pesquisa puede llegar a extenderse unos meses más, tenemos la seguridad de que el caso se va encaminando y que se va resolver por la cantidad de pruebas encontradas en la escena”, sintetizó una fuente del caso, que consideró que este hecho tiene muchas similitudes con el del crimen de Graciela Ramos (58 años), cuyo juicio está próximo a iniciar.

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