La Liga de Gobernadores del Frente de Todos volverán a encontrarse este lunes en la tradicional sede del CFI en una cita concertada de antemano pero que se producirá en un nuevo contexto: con Cristina Kirchner condenada y autoexcluida de las candidaturas para 2023. La agenda de los gobernadores tenía que ver con la discusión por la Coparticipación y el inminente fallo de la Corte Suprema a favor de la CABA en su puja por fondos con la Nación, una cuestión que los mantiene en alerta.
Pero las novedades respecto a la vicepresidenta seguramente llevarán a dedicar un tramo importante de la reunión a evaluar la situación interna del oficialismo, en la que los gobernadores podrían cobrar nueva relevancia.
La liga se presentó a mediados de año con el objetivo de incluir las preocupaciones federales en la discusión nacional.
El reparto de obras y recursos a las provincias, por ejemplo, así como militaron por una reforma de la Corte Suprema de 25 integrantes, a razón de uno por distrito. Pero hace un tiempo discontinuaron los encuentros y pudo notarse alguna desconexión esta semana, cuando demoraron más de la cuenta en sentar una posición común ante la sentencia contra la vicepresidenta. Primero hubo algunos gobernadores que se expresaron de forma individual y recién a la medianoche del martes estuvo la redacción del texto conjunto en el que calificaron la decisión contra Cristina como “un hecho de enorme gravedad institucional que atenta contra la democracia”.
Los gobernadores vienen diagramando sus propias estrategias provinciales para buscar retener el comando del territorio, mayoritariamente a través de elecciones desdobladas. Algunos, como el sanjuanino Sergio Uñac y el puntano Alberto Rodríguez Saá, decidieron recuperar la ley de lemas. Otros, como el salteño Gustavo Sáenz o el chaqueño Jorge Capitanich, suspendieron las PASO provinciales. Cada uno armó el rompecabezas de la manera que creyó más conveniente con la idea de que la estrategia nacional quedaba en manos de Cristina, ya sea a través de una candidatura propia o de algún esquema similar al que diseñó en 2019 que ubicó a Alberto Fernández en la Casa Rosada. Su paso al costado dejó todo en veremos y ahí los gobernadores podrían tener alguna cuestión que tallar.
Capitanich adelantó que no estaba de acuerdo con la decisión de Cristina de no postularse y que esas resoluciones es el pueblo el que las toma a través de su voto. Pero que era el momento para que el Frente de Todos evaluara medidas de corto y mediano plazo. “En algún momento propuse reformular el esquema de participación del justicialismo, la necesidad de institucionalizar el Frente de Todos”, subrayó, algo que hizo en Chaco pero nunca se replicó a nivel nacional. El Presidente siempre lo postergó, interpretándolo como una instancia para restarle poder. Por eso en su entorno ahora ven complicado que avance en esa dirección, atendiendo los frecuentes planteos de institucionalización o de una “mesa política” del oficialismo que le hacen. El peligro sería que, con la vicepresidenta corrida del escenario y un oficialismo sin un liderazgo definido, la definición de las candidaturas podría demorarse más de la cuenta, otorgándole una ventaja a la oposición.
Hubo gobernadores que expresaron en cierto momento la voluntad de postularse a presidentes, pero luego no insistieron, como ocurrió con el propio Capitanich y con Uñac. En caso de elecciones desdobladas, de nuevo vuelve a plantearse la posibilidad de asegurar primero el triunfo en la provincia y tal vez luego intentar una postulación nacional. Podría intentarlo el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien acompañará a Osvaldo Jaldo como candidato a vicegobernador en la fórmula del peronismo en Tucumán para los comicios convocados para el 14 de mayo. Si están dadas las condiciones, saltaría luego a la competencia nacional presentándose como un emergente de los gobernadores del Norte Grande, el grupo más activo de mandatarios provinciales. Por ahora no se conocen otros interesados en anotarse, pero podrían surgir.
Habrá que ver cuánto tiempo dedican el lunes al tramo político. Se espera que participen una docena de gobernadores, que desde hace días vienen mostrando su alarma por la posibilidad que la Corte falle a favor de la ciudad de Buenos Aires en la disputa que mantienen por los fondos destinados a mantener la Policía porteña, una pelea que arrancó en 2020 y se judicializó. “Si la Corte llegara a fallar en favor de la ciudad de Buenos Aires estaría destruyendo el federalismo”, advirtió días atrás el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, se preguntó si no serían los recursos que necesitaba el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para su campaña electoral. De hecho, desde el gobierno porteño ya prometieron que en caso de un fallo favorable eliminarán el impuesto al uso de las tarjetas de crédito con el que penaron a los porteños por la poda de fondos.
No será el único tema económico. La coparticipación y los subsidios al transporte siempre están en la agenda, a lo que adelantaron se les sumará la situación de la Hidrovía. El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, le planteó esta semana a Alberto Fernández la necesidad de avanzar en la designación de las autoridades del Ente y en el llamado a licitación para el mantenimiento de la vía navegable porque podría haber problemas a futuro en ese recorrido por el que transitan el 80% de las exportaciones de la agroindustria.
fuente: el destape