Por Fabián Seidán – Diario Cuarto Poder. En lo últimos días creció el enojo de los tucumanos contra la empresa prestataria del servicio de energía eléctrica (EDET SA) luego de que saliera a luz que es la más cara del país, pese a que el servicio que brinda es malo. Para el colmo, con el nuevo Sistema de Segmentación Tarifaria, muchos empezarán a pagar la tarifa plena, sin subsidios, con subas que rondarían el 300% del valor actual. ¿Por qué los tucumanos pagamos la luz más cara?
“Maldito EDET”
A principio de año, en pleno verano tucumano, un joven músico subió a las redes un videoclip con una canción que llegó al corazón de los tucumanos y que tituló “Maldito EDET”. Y fue furor todo el verano, porque cuando hacía 45 grados bajo la sombra, la empresa distribuidora de energía eléctrica decidió implementar cortes programados para “poder cumplir con la demanda” por la baja inversión en el sistema.
“Tengo una boleta, que me llegó diez mil pesos, no me hacen descuento, tengo que pagar callado”, dice una parte de la canción del artista oriundo de la ciudad de Monteros. “Maldito EDET” es “¡La canción del pueblo tucumano!”, señala en un comentario un usuario del servicio.
La tarifa más cara del país
Los tucumanos tenemos la tarifa eléctrica más cara de la Argentina: los usuarios le pagan a EDET tres veces más por la luz que los santiagueños, los porteños o los riojanos. ¿Por qué? es la pregunta que se hace la gente en todo momento en cualquier rincón de la provincia.
Consultado al respecto el profesor y licenciado en Economía, Gustavo Federico Wallberg, sobre las razones del precio ultra-elevado de la luz en nuestra provincia, concluyó que sería el ERSEPT (Ente único de Control y Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán) el principal culpable.
Sin control
“Para el precio de la energía eléctrica en Tucumán hay que considerar que es responsabilidad provincial, no nacional. La Nación influye en el precio mayorista, el que paga EDET al comprar la energía, y sólo una parte del mismo puede trasladarse como precio final a los usuarios. La tarifa del tucumano es autorizada por el Ersept, por lo que se supone que, si la de Tucumán es más cara que en otras partes debe ser porque el gobierno provincial no establece su propio subsidio”.
En cuanto a posibles bajas para favorecer a los usuarios que menos tienen, Wallberg duda mucho que suceda. “No sólo por los pedidos o las condiciones de las empresas. Hay que tener en cuenta que una tarifa artificialmente baja implica, primero, mal uso de la energía”.
“Más subsidios sería más inflación”
“No es como dijo (el ministro de Economía) Sergio Massa, que le parece inaceptable que quienes más consumen sean quienes reciben los mayores subsidios. Es, justamente, porque reciben los mayores subsidios que más consumen. La energía es barata para ellos. Segundo, una tarifa lejana a la cobertura del costo de la empresa implica menos incentivos y posibilidades para invertir, lo que resiente la calidad del servicio. Tercero, el subsidio debe salir de alguna parte”, apuntó.
“Si el subsidio es nacional suele implicar mayor emisión de dinero y por lo tanto mayor presión inflacionaria, con lo que la elección es entre una tarifa baja pero con alimentos y ropa de precios crecientes, o una tarifa alta pero cuyas consecuencias son manejables con un consumo racional y precios más estables en los alimentos, cuyo consumo no es tan fácil de manejar a voluntad. Por supuesto, cuando el total de la política económica es poco coherente, esa relación no se ve con claridad, pero existe e influye”.
No le pidan a la provincia
Asimismo dijo que si el subsidio fuera provincial, implicaría menos presupuesto para otras funciones del Estado o más impuestos, con lo que la tarifa sería a costas de una menor calidad de vida de los tucumanos.
Es decir, la tarifa más baja sería a costas de tucumanos más pobres. No los estaría beneficiando en realidad.
Posible salida
Para Wallberg, una salida mejor, que seleccionar quiénes gozarán de tarifas bajas y quiénes no, sería establecer un consumo mínimo, “de subsistencia” (para darle un nombre), con tarifa cero, y lo que exceda de eso, que se cobre al cien por cien de su costo. “Por supuesto, con un tiempo de ajuste gradual hasta llegar a ese esquema, así el consumo sería más racional, el servicio sería mejor y las empresas dependerían menos de la arbitrariedad política”.
Tarifas bajas donde hay más votantes
Asimismo explicó La diferencia de las tarifas entre el AMBA y el interior del país. “Se debe en parte a la diferencia en la densidad demográfica (por ejemplo, con seguridad el costo por pasajero del transporte urbano en CABA es menor que en Tucumán) pero dudo mucho que ‘la densidad’ justifique técnicamente la diferencia. Más bien -y es lo que representan los subsidios-, la densidad demográfica es pensada como padrón electoral, y la concentración de votantes es la que hace a subsidiar más esa región, es clientelismo, no racionalidad técnica”.
“Cuando se habla del consumo mínimo no tarifado y que se cobre sobre el consumo excedente me refiero a aplicar eso para todos, no como Massa planteó, que para quienes mantengan subsidio se pone un techo sin tarifa pero luego se cobra sobre el exceso, cobro éste que será con subsidio, o sea parcial según la categoría de consumidor, mientras que ese margen no tarifado no existe para la otra categoría de consumidor y se le cobra cualquier consumo que haga”.
Usuarios piden revisión del contrato
Por su parte, el titular de Federación de Organizaciones en Defensa de los Consumidores y Usuarios (Fodecus) José García, destacó que en la provincia la luz es cara porque “tenemos una carga impositiva muy elevada y el ERSEPT no está controlando a la empresa prestaría como corresponde. Asimismo, remarcó que “las tasas de interés y cargos punitorios que interpone EDET son igual a las de una financiera”.
Para García, se tiene que revisar y modificar en forma urgente el contrato de la concesión del servicio de EDET como así también el marco regulatorio, además de bajarle el porcentaje de ganancias al ser un servicio público básico y tener un mercado cautivo y sin competencia.
Premio por no controlar los abusos de EDET
El principal responsable de llegar a esa situación con los usuarios es Santiago Yanotti, quien fuera el jefe del Ente Regulador del Servicio de Energía en Tucumán. Hoy designado como subsecretario de Energía de la Nación para encargarse de la segmentación tarifaria.
Los resultados que obtuvo Yanotti a favor de EDET en la gestión del Ente Regulador están a la vista. Según un estudio difundido por Argentina en Datos, realizado por Luciano Caratori y Mauricio Roitman, la tarifa mensual por 300 kwh en junio de 2022 llegó a $6.894 en Tucumán, contra $2.279 que se paga en Santiago del Estero, $1.868 para los clientes de Edesur (Buenos Aires) $1.876 para los de Edenor en CABA; $2.086 pesos en La Rioja, y $2.179 en Formosa.
EDET además de cobrar tarifas tres veces más caras se caracteriza por prestar un deficiente servicio, con permanentes cortes en el suministro a los tucumanos. Sobre todo, en verano.