Ofelia Wilhelm integra la cooperativa El Aldabón, contratada en forma irregular para repartir cartas de ARBA. La entidad cobró unos 61 millones de pesos.


Néstor Carlos Kirchner conoció a quien sería su esposa, para siempre, en el Correo Argentino. Se hablaban por código Morse. Palabras por telégrafo. Telecomunicaciones: igual que hoy con algún chat, pero con otra tecnología. Hasta que se conocieron en persona. El empleado postal Néstor Carlos Kirchner trabajaba en la sede de ese organismo público en Río Gallegos. Su amada María Ostoic, en Punta Arenas, Chile. El 25 de febrero de 1950 tuvieron a su único hijo varón, homónimo de su padre. El 25 de mayo del 2003 asumió como Presidente de la República. La génesis de los Kirchner nace en el Correo Argentino. Esos lazos de la familia entremezclados con un ente estatal continuaron, por otros medios y otros intereses, durante más de medio siglo, hasta finales del año 2015. La madre de Cristina Fernández, Ofelia Wilhelm, es integrante de una Cooperativa de Trabajo llamada “El Aldabón”.

En el 2003, cuando su yerno estatizó el Correo Argentino, esa cooperativa fue subcontratada para que reparta las cartas del impuesto de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA). “El Aldabón” cobró, al menos desde el 2011 al 2015, alrededor de 61 millones de pesos financiados por el Estado Nacional.

El 18 de agosto del 2015, cuando la hija de Wilhelm, Cristina, vivía los últimos meses de su Presidencia, el Correo Argentino renovó su vínculo comercial con la cooperativa de la mamá de la Jefa del Estado. Las últimas autoridades del organismo postal, al mando de Juan Carlos Tristán, acordaron en una reunión de directorio adjudicarle a “El Aldabón” 147 millones de pesos por todo el 2015 para que con ese dinero preste “servicios de distribución de piezas postales”. A esa cifra se le debía sumar el IVA.

El Gobierno de Mauricio Macri detectó que los contratos entre el Correo Argentino y “El Aldabón” eran irregulares y los dio de baja. Durante el 2015, la cooperativa había cobrado 4 millones de pesos.

La diputada nacional Elisa Carrió detectó, gracias a una investigación del secretario parlamentario del bloque de la Coalición Cívica, Hernán Reyes, estos manejos millonarios que son además irregulares, algo que había descubierto también el actual Gobierno.

Carrió y Reyes presentarán hoy una denuncia ante la Justicia contra “El Aldabón” y ex funcionarios por “defraudación al Estado”.

Según los denunciantes, el Correo Argentino no podía contratar a la cooperativa de la mamá de Cristina Fernández para que reparta cartas de ARBA, porque sólo pueden cumplir esos trabajos las empresas que estén inscriptas puntualmente para eso. “El Aldabón” no lo está.

Es una cooperativa conformada por trece personas. En su mayoría son jubiladas y jubilados.

A eso se suma que, de haber estado en regla para ser una tercerizada del Correo Argentino, “El Aldabón” no podría haber subcontratado a empleados para que repartan las cartas de ARBA. Así lo establece la resolución número 360/75 del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), el organismo estatal que regula el funcionamiento de las cooperativas.

El caso fue revelado anoche por el programa TN Central, emitido por el canal de noticias TN. La denuncia es ampliada también por Clarín.

Según Reyes, uno de los denunciantes de “El Aldabón”, el caso “es un ejemplo más de la apropiación que hicieron los Kirchner de los bienes públicos. Administraron el Estado como si les hubiese pertenecido”, dijo a Clarín, y profundizó: “Lo hicieron tanto en lo político en lo personal. Se beneficiaron personalmente. Creemos que estamos frente a un posible delito de defraudación al Estado. Los Kirchner saquearon al Correo Argentino en beneficio de una cooperativa de mentira”.

La cooperativa “El Aldabón” fue fundada en el año 1994 por Fotius Cunturis, ex titular de la Federación de Gremios Estatales de la Provincia, y ex dirigente de la Asociación de Empleados de Rentas e Inmobiliaria, o sea, el gremio de los contratados por ARBA.

La cooperativa “El Aldabón” tiene un teléfono de contacto que figura en sus registros públicos.

Es un número falso. En realidad, le pertenece al sindicato AERI, con el que Cunturis cortó relaciones hace años.

Así lo confirmó el actual secretario general de AERI, Jorge Baldovino.

Las autoridades nacionales y de la provincia de Buenos Aires estaban al tanto de que Ofelia Wilhelm integraba la cooperativa “El Aldabón”, hoy con un local cerrado en La Plata.

Entre otras acciones políticas, la propia madre de la Presidenta encabezó, junto a Cunturis, varios actos políticos en calidad de integrante de su cooperativa.

Uno de ellos ocurrió en octubre del 2009, cuando ambos encabezaron la inauguración de la Biblioteca y la sala de lectura de la escuela básica y primaria número 20 en Berisso.

Cuando eran jóvenes, Néstor y Cristina Fernández consiguieron su primer trabajo en La Plata justamente gracias al amigo de Ofelia Wilhelm, Cunturis. Según contó en La Nación el periodista Carlos Pagni, ambos atendían un mostrador en el sindicato AERI, el mismo lugar en el que atienden hoy el teléfono que supuestamente es de “El Aldabón”.

Un aldabón es una pieza de metal pesado que se solía usar en las puertas para llamar desde la calle a los habitantes de las viejas viviendas. Cumplía la misma función que hoy reemplaza los timbres.

Fuente: Clarín

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