En Houston, los Spurs aplastaron a los Rockets 114-75 y cerraron la serie por 4-2. Se viene Golden State.
Pocos, valdría decir que nadie, imaginaron que el partido en el estadio Toyota tendría el desarrollo que tuvo. Pero el juego de altísimo nivel que mostraron los Spurs en todos los sectores de la cancha se combinó con una noche negra de los Rockets y una actuación para el olvido de su gran figura, James Harden; y el resultado fue una paliza de los dirigidos por Gregg Popovich.
Sin Kawhi Leonard, San Antonio jugó a lo San Antonio. Se hizo fuerte en defensa (bajó 46 rebotes defensivos) y así alimentó su ofensiva, hizo correr la pelota y aprovechó todos los sectores para llegar al aro rival.
Imparable y muy preciso estuvo LaMarcus Aldridge, que fue el goleador de la noche con 34 puntos, pero también aportó 12 rebotes, 7 de ellos defensivos. Pero también tuvieron un gran partido los otros cuatro titulares: Jonathon Simmons (18 puntos), Pau Gasol (10 puntos y 11 rebotes), Patty Mills (14 puntos y 7 asistencias) y Danny Green (10 puntos). Y Ginóbili, aunque no aportó mucho en el aro, sí ayudó a manejar la pelota y fue importante para el juego colectivo en los 15 minutos que estuvo en la cancha.
Houston fue la otra cara de la moneda. Los locales sintieron la presión de tener que ganar sí o sí para no quedar eliminados, estuvieron desconcentrados y nerviosos y facilitaron el juego de los adversarios. Encima Harden no estuvo preciso en sus lanzamientos y los Rockets extrañaron mucho a su gran estrella. El escolta anotó apenas dos libres en el primer cuarto, en el que ni siquiera intentó tiros de campo, y uno de los triples que lanzó en el segundo. Y aunque levantó un poco en la segunda mitad -terminó con 10 puntos, 7 asistencias y 3 rebotes-, lo suyo no fue suficiente.
Casi 20 puntos de ventaja sacaron los Spurs en el primer tiempo, que se llevaron por 61-42. En el segundo la brecha se fue haciendo cada vez más grande mientras las miles de personas que llenaron el estadio miraban incrédulas lo que ocurría dentro del campo de juego.
San Antonio dominó, ganó y volverá a jugar una final de conferencia como ya lo hizo 13 veces antes. Y otra vez habrá un argentino en una de las instancias decisivas en la mejor liga de básquetbol del mundo. Será para disfrutarlo.