Quienes tienen a su cargo la investigación ahora abonan una sola certeza: fue un crimen y sólo se dilucidará cuando salgan a luz ciertos detalles del círculo íntimo de la víctima. Los únicos datos que tienen hasta el momento son los que certifican que se trató de un homicidio, que falleció asfixiada y que podría haber sufrido un ataque sexual. Estaba desnuda y con un trapo en la boca.
El cuerpo de Carolina Ana Rotjer fue hallado sin vida el lunes en su casa de Charcas al 1.000, tendida sin ropas y con un trapo en su boca. El análisis forense confirmó que alguien la asfixió después de haber intentado abusar de ella, según lo que arrojaron las pericias conocidos el lunes en horas de la tarde.
Ese alguien conocía a la contadora pública nacional, y muy bien. Los pesquisas no se dieron con nada extraño en el interior del inmueble donde se produjo el crimen. Estaba todo ordenado. Por el momento se cree que no le habían sustraído ningún objeto de valor. Pero lo más significativo es que todo parecería señalar que ella franqueó el ingreso del homicida a la casa, puesto que no se había forzado ningún acceso.
Rotjer era docente en la facultad de Ciencias Económicas. Se cree que no tenía una buena relación con sus parientes directos y, en los últimos tiempos, habría sido internada por problemas de salud mental.
Los vecinos tampoco hablaron muy bien. “Tenías problemas con todos. No era querida en el barrio”, dijo Juana.
Su último posteo
En uno de los últimos posteos que realizó en Facebook escribió: “Buenas noches!!! No quiero publicar más pálidas… Hoy salí a la mañana 20 minutos. Entró el vigilante de la cuadra al que yo no le pago, me robó un televisor, una caja con aros y un crucifijo de plata inmenso de mi mamá”.
Efectivos de la seccional 11ª dicen que la mujer se habría presentado para realizar falsas denuncias.
Una prima, también en Facebook publicó: “Ruego a todos ustedes una oración en su memoria, sabiendo que siendo una buena persona, la enfermedad mental la devastó y no le permitió seguir con vida, en el desamparo y la ignorancia de un medio judicial/social que la invisibilizó”.