Aunque en parte fue generado por factores internacionales, crece la incertidumbre por la tensión electoral. Se vuelve más necesario mantener las tasas muy altas.
Con el riesgo país arriba de los 1000 puntos básicos, la posibilidad de un contagio sobre otras variables financieras y económicas está más latente que nunca. Tanto la estabilidad del dólar como la recuperación de la actividad podrían verse afectadas en la medida que continúe o incluso se agrave la desconfianza de los inversores sobre los activos argentinos.
China y EE.UU
La caída de los bonos y el consiguiente incremento del riesgo está vinculado además con otro fenómeno, externo a la Argentina: los nuevos capítulos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. La consecuencia fue la búsqueda de refugio por parte de los inversores, que salieron de activos emergentes para comprar activos seguros. La consecuencia es que subieron los bonos del Tesoro americano y la tasa de interés se derrumbó a 2,08% anual, el menor nivel desde 2017.
Impacto en los bonos
Los bonos argentinos sintieron el impacto y volvieron a caer entre 0,5 y 0,75 dólares, lo que significó en algunos casos pérdidas de hasta 2%. No se salvó prácticamente ninguno, porque afectó tanto a los títulos más cortos como a los bonos largos.
La desconfianza
Existe un riesgo de que este aumento de la desconfianza en emergentes, pero que particularmente afecta a los bonos argentinos, tenga un impacto sobre el dólar. Por ahora esta posibilidad está contenida por la mayor oferta de divisas del campo y la venta diaria de USD 60 millones del Tesoro. Sin embargo, a medida que empiece a reducirse esa venta del sector cerealero, más cerca de fin de junio y con mayor seguridad en julio, el tipo de cambio seguramente estará sujeto a una mayor presión.
Incertidumbre electoral
Más allá de la situación externa, la incertidumbre electoral va dominando de manera creciente todas las decisiones de inversión. Y así como se registra una mayor presión vendedora de bonos, es claro que también podría aumentar la dolarización de portafolios de inversión, un fenómeno típico de los meses previos a las elecciones presidenciales.
fuente: infobae