Los referentes de Juntos por el Cambio creen que la iniciativa es parte de una escalada contra las causas por corrupción. Y un mensaje para condicionar a sus gobernadores.

El proyecto del jujeño Guillermo Snopek para intervenir y desarmar la Justicia de su provincia –uno de los cuatro distritos que gobierna la oposición- quedó titilando en el Senado. Para los dirigentes de Juntos por el Cambio, no es un hecho aislado ni menor, sino una luz de alarma más amplia sobre una ofensiva contra las causas que involucran a ex funcionarios y referentes kirchneristas. Pero algunos van más lejos: creen que puede ser un “apriete” que trasciende a Jujuy y buscaría condicionar o fisurar a la oposición, por ejemplo en la cámara Alta, donde el oficialismo espera lograr número para designar al jefe de los fiscales. Por lo pronto, el miércoles próximo se reunirá la mesa nacional de JxC y seguramente se pronunciará sobre el tema. Se verá hasta dónde llega la respuesta.

La que viene será una semana política intensa precisamente en el Congreso. El oficialismo ha puesto en marcha su estructura, con Sergio Massa y Máximo Kirchner en primera línea, para aprobar en velocidad -el miércoles en comisiones y el jueves en el recinto- el nuevo régimen de jubilaciones para jueces y funcionarios judiciales. Es una prueba de fondo, pasados los capítulos de las emergencias y de sostenibilidad de la deuda.

El cuadro opositor aparece cruzado por internas y con dificultades para definir su orgánica y un perfil más o menos armónico frente al Gobierno. Surgen apenas un par de trazos gruesos. El primero expone que en los temas económicos deben ser medidos y hasta colaboradores, habida cuenta de la “herencia” y de la necesidad de no aparecer complicando el tramo inicial de una gestión presidencial. La otra pincelada proyecta dureza en los temas judiciales y en la evolución de las causas por corrupción. En conjunto, eso permitiría acomodar el juego que se pueden permitir los jefes territoriales –gobernadores, intendentes- y el margen que podrían transitar los dirigentes con menor compromiso de gestión.

El interbloque de JxC se opone al trámite acelerado de los proyectos de poda y nuevo sistema de jubilaciones para jueces y también para diplomáticos. En el tema judicial buscan un equilibrio difícil, que no los deje en posición de defensa corporativa pero que considere recortes de privilegios, impulsando a la vez una negociación con los magistrados. Es un camino estrecho, entre otras razones porque además de rapidez, el oficialismo quiere mostrar dureza como contraparte al ajuste sobre el sistema previsional general.

Desde el principal conglomerado opositor –en especial desde la UCR y el PRO- hubo un mensaje claro a la organización de los magistrados: deberían conversar también y mucho con bloques más pequeños, de origen o contactos peronistas, para lograr respaldo a una negociación amplia. De un modo u otro ese fue lo sugerido por Mario Negri y Cristian Ritondo en los contactos de los últimos días.

fuente: infobae

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