Aunque los gobernadores apoyarían el proyecto en el Senado, el FpV advirtió que exigirá conocer los motivos del endeudamiento. El Peronismo Federal insiste en introducir cambios.
Tras la media sanción en la Cámara de Diputados, la Casa Rosada espera que las modificaciones realizadas conformen a los senadores para dar la aprobación definitiva a los proyectos que permitirán pagar la deuda a los acreedores que litigan en la Justicia de los EEUU. Al cabo de las primeras rondas de consultas, que incluyeron a funcionarios del gabinete, gobernadores, empresarios y sindicalistas, el oficialismo confía en llevar las iniciativas al recinto a fines de marzo. La fecha elegida: 30.
El camino, que hasta hace días parecía más llano, encontró ahora ciertas dificultades. El titular del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, sostuvo que “no se puede abrir un festival de endeudamiento” externo.
El dirigente de Río Negro ratificó la decisión del peronismo de que “terminar definitivamente” con el litigio en los tribunales de Nueva York para “conseguir tasas más baratas” de financimiento en los mercados internacionales, pero alertó que le preocupa “los futuros endeudamientos” que pueda contraer el Poder Ejecutivo.
“El Gobierno tiene que presentar al Congreso las causas y motivos para endeudarse en el futuro. Si es para inversión, construir ferrocarriles y autovía, va a encontrar acompañamiento y predisposición. Si es para gastos corrientes, vamos a tener dificultades”, advirtió en declaraciones a radio Mitre.
Frente a esta tentación, Pichetto reivindicó las modificaciones al proyecto de ley que introdujeron los bloques opositores en la Cámara baja, que establecen un control parlamentario del pago de los bonos a los holdouts y que cualquier excedente en la emisión se computara a cuenta de lo que ya autorizó el presupuesto 2016 en materia de endeudamiento, unos 37.000 mil millones de dólares.
No obstante los reparos, el legislador consideró “imprescindible y necesario que Argentina resuelva el tema” y sugirió que los gobernadores apoyarán al Ejecutivo (sólo San Luis y Santa Cruz se opusieron). La afirmación se traduce en el eventual respaldo de los senadores.