Por Pablo Batalla* para Diario Cuarto Poder | La oposición hace agua. Los dirigentes de la oposición en Tucumán convocaron a la consigna “todos somos Pedicone”, pero se ve que la impopularidad del ex juez les juega en contra a todos.
¿Todos somos Pedicone?
Un discurso típico de Cambiemos es apelar a la consigna de “todos somos tal cosa”, “todos somos tal otra”, según el conflicto que se presente en el oficialismo, tanto a nivel nacional como provincial. Un ejemplo puede ser el de “todos somos el campo”.
Lo curioso de este último planteo es que muchos que no tienen tierra ni en las orejas, salen a rasgarse las vestiduras defendiendo a un sector del que no tienen ni la más pálida idea, y menos afinidad alguna.
Con Enrique Pedicone el tiro les salió por la culata, porque no se trata de una persona popular. El pasado político del destituido magistrado, que llegó al cargo en la gestión de José Alperovich, le hizo un flaco favor a la pobre consigna opositora.
Tiraron una lucha clave a los perros
La oposición parece no tener conducción ni brújula. Venían montados en las críticas por la inseguridad, que le granjeaba alguna que otra simpatía, para defender a un juez acusado de ser un “sacapresos” serial.
El error está a la vista. Justamente dejar salir a los delincuentes de la cárcel es uno de los factores que mayor incidencia tiene en la inseguridad que padecen muchos tucumanos. O sea que hay una falta de coherencia.
Por más que quieran disfrazar su cruzada en una cuestión de institucionalidad democrática, el protagonista de estas acciones no ayuda para nada. Ya el ministro fiscal lo había acusado de fomentar la “puerta giratoria” en la Justicia.
Necesitan artificios para las elecciones
Los dirigentes de la oposición, quienes no aciertan a alcanzar la unidad por mezquindades electorales, necesitan de artificios para posicionarse de cara a las legislativas nacionales de este año, en que se eligen diputados y senadores.
Todos se peinan para esa foto, pero no tienen planes concretos para alcanzar sus objetivos, que en el 100 por ciento de los casos, responden solamente a las apetencias personales y no a las necesidades colectivas del pueblo.
Uno de los más fervientes defensores de Pedicone es el actual diputado nacional José Cano, quien aún no se puede desprender de su pésimo desempeño en el Plan Belgrano y del escandaloso “Plan Coreano”.
Cano y Alfaro compiten por lo mismo
José Cano, pese a todo lo que tiene en contra, quiere posicionarse para 2023 no sólo como el candidato a Gobernador sino como el conductor de la oposición. Se olvida de todas las elecciones que perdió y de sus escándalos dentro del “macrismo”.
En tanto que el intendente capitalino, Germán Alfaro, con las puertas cerradas en las narices para regresar al Partido Justicialista (PJ), ahora es de nuevo un acérrimo crítico de una gestión, a la cual hace poco tiempo atrás alababa.
Pero ya nos tiene acostumbrados. Quizás quiere sacar del armario las botas de goma para hacer campaña con los mismos baches -por no decir cráteres- que genera en su propia jurisdicción. ¿Usará de nuevo lo de médico sanitarista para atacar?
Los radicales se miran de reojo
Hay conferencias en la Unión Cívica Radical (UCR), fotos que se toman con funcionarios de Horacio Rodríguez Larreta, guiños de Mauricio Macri, acercamientos con Ricardo Bussi, y desencuentros con los que tienen desaparecidos.
Dentro de ese mar de aguas turbulentas se maneja la dirigencia que sigue respondiendo al PRO, con el radicalismo de furgón de cola, y que encima lucha por el posicionamiento. La senadora Silvia Elías de Pérez quiere revancha por la Gobernación.
Pero todo está tan revuelto que le genera malestar a Alfaro, quien le pide a los radicales que se dejen de pelear y busquen la unidad. Como antiguo peronista sabe que eso es clave, pero no está en el ADN del resto de la oposición.
No más puertas giratorias
La clase política provincial, sea oficialista u opositora, tiene que entender que las propuestas que elevan a la consideración de la gente, deben basarse en planificaciones serias. El problema de la inseguridad no amerita puertas giratorias.
Los tucumanos no queremos delincuentes con permiso para estar en la calle y que sigan delinquiendo. Liberarlos, sin profundizar en procesos de reinserción social, no es la solución y los magistrados se tendrán que adaptar a ello.
La puerta giratoria, a la que adhirió el ex juez Pedicone, debe clausurarse. Y todos los funcionarios que no piensan en las garantías colectivas, deben irse a sus casas, por el bien de los habitantes de esta provincia.
*Columnista y analista político