La pandemia también neutraliza las internas políticas

Manuel Rivas* Director Diario Cuarto Poder | El Covid-19 afecta a la política. Todo el mundo hablaba de las elecciones de medio término del año próximo, pero nadie se anima a poner en el tapete internas políticas, aunque traviesos y conspiradores siempre los hubo.

¿Unidos por el espanto?

Esa pareciera ser la foto de esta pandemia, que se manifiesta fuerte no sólo en el incremento de casos en zonas calientes como el AMBA, sino también en las actitudes de los políticos, tanto a nivel nacional como provincial.

El arco político nacional se mostró compacto contra el enemigo invisible. La imagen de Alberto Fernández franqueado por Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof, se hizo normal, hasta causar un pequeño escalofrío por la alta imagen presidencial.

Una imagen que hizo caer la “paletilla”

Cuando la imagen positiva del Presidente perforó el 80% cundió el pánico, en especial en la oposición, que temió ser licuada. Pese a que los resultados de la lucha contra el Covid-19 son óptimos con respecto a otros países se aprovechó el malestar del encierro.

Mientras que entre las propias filas oficialistas también miraban con preocupación la fortaleza demostrada por Fernández, aunque no se animan a desgastar a un gobierno al que pertenecen. La lección del triunfo “macrista” fue aprendida.

En Cambiemos Larreta hace equilibrio

El espacio que supo encabezar el ex presidente Mauricio Macri, está en una especie de equilibrio en donde los lugares de conducción no entraron en discusión. Sin embargo, el único que puede mostrar gestión es Horacio Rodríguez Larreta.

Muy a pesar suyo, el jefe de Gobierno de Buenos Aires, tuvo que retroceder en la flexibilización, generando el descontento de los “runners” y de aquellos que quieren abandonar el aislamiento social obligatorio.

Más que un “piloto de tormenta”

Alberto Fernández excede la figura de un piloto de tormenta, porque este escenario es la mezcla de tsunamis, huracanes, terremotos e incendios generalizados. La historia lo colocará en su justa dimensión cuando pase la pandemia.

Pero lo más importante será la reconstrucción del país, de su economía, de su aparato productivo, con la menor cantidad de víctimas posibles. Ya lo dijo el presidente que la libertad es importante, pero para ello hay que estar vivo.

En Tucumán hay unidad

Los pequeños chisporroteos pre-pandemia, que habían afectado a la sociedad del binomio gobernante, han sido superados en medio de las medidas para combatir al Covid-19. Juan Manzur y Osvaldo Jaldo se muestran juntos en público.

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En Tucumán, el ejemplo viene desde arriba. Pero algunos no lo entienden así, en especial aquellos pescadores de la política que quieren el río revuelto para romper una fórmula ganadora que podría extenderse en el tiempo.

Los traviesos de la reforma

Aquellos que quieren meter la cuña para dividir a la dupla gobernante, apuestan a una hipotética reforma de la Constitución Provincial. La pandemia se llevó esos vientos reformistas y el efecto del virus mantendrá congelada esa jugada.

No sólo por lo que dure el coronavirus sino también por el tiempo que lleve reconstruir la provincia y el propio país después de esta catástrofe mundial. Recuérdese que la crisis mundial de 1929 llevó muchos años para superarse.

¿Qué pasa si no hay reforma?

Impulsar una reforma en este escenario puede ser peligroso para el oficialismo, porque el ánimo de la gente no está para sospechas de ansias reeleccionarias y menos cuando estará por delante la reconstrucción de la provincia.

La solución parece estar en los dos hombres que marcan el ritmo provincial. Manzur y Jaldo, sentados a una mesa, seguramente definirán qué es lo que ocurrirá. Hacer proyecciones en contrario es entrar en el campo de la futurología.

¿Qué tendrá que hacer el resto?

Todos los funcionarios dependen de su desempeño en la pandemia. Lo mismo pasa con los intendentes, en donde hay cuadros con proyección, pero siempre estarán atados a lo que definan los conductores, dentro del oficialismo.

Pueden orejear los naipes, pero el escenario los excede y lo marca ese enemigo invisible. Lanzar nombres de otros, para que se incineren en el aire, puede ocurrir, como sucedió cuando Javier Noguera (Tafí Viejo) tiró el nombre de Germán Alfaro (Capital).

Cambiemos no cambiaría

En Cambiemos provincial la cosa está más que definida. La conducción está más cerca de José Cano que de Silvia Elías de Pérez. La senadora perdió las últimas elecciones provinciales. Él perdió muchas más pero siempre se recuerda la última.

Mariano Campero (Yerba Buena), muy cercano a la senadora, tendrá que postergar sus sueños de pelear el “Sillón de Lucas Córdoba” porque, al paso que van las cosas, no se produciría ninguna renovación en la conducción de la oposición.

Atentos a los estornudos y la fiebre

Los políticos tendrán que estar más atentos a los cuadros febriles y a los estornudos. En Tucumán la cosa se quiso escapar por culpa de un colectivo proveniente del AMBA, la zona más caliente del Covid-19.

Sin embargo, tres días sin nuevos casos, nos hacen suponer que también se aprende sobre la marcha en una situación inédita y extraordinaria. La política también aprende y oculta los gestos de su rostro con barbijos.

*Profesor de Letras e Historia, periodista y escritor.

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