La policía realizó varios allanamientos hoy en busca de los sospechosos de haber asesinado a Enzo Mariani -el operario de CCC asesinado en Barrio Diza a sangre fría-. Se secuestraron teléfonos celulares que contendrían información de suma importancia para la investigación del caso. Mientras tantos, los criminales siguen prófugos.
Familiares de la víctima, de 52 años, se entrevistaron con Adriana Giannoni, a cargo de la Fiscalía Especializada en Homicidios I, para ponerse al tanto del estado de la investigación.
Están identificados
Mientras tanto, continúa la búsqueda de los dos sospechosos del crimen, quienes ya están identificados, a partir de los datos aportados por el compañero de la víctima.
Giannoni solicitó que personal de la División Homicidios lleve adelante las tareas.
Fuentes judiciales indicaron que se trata de sujetos que residirían en la zona donde se registró el crimen y que contarían con antecedentes delictivos. La pregunta que se hacen todos entonces:¿Qué hacían libres?
Pormenores del hecho
Mariani fue ultimado de un disparo durante un robo que se registró alrededor de las 15.00 horas, del pasado lunes, en calle 9 de Julio al 2.800, al sur de la ciudad. Los delincuentes le pidieron sus pertenencias, y a pesar de que les entregó todo, igual le dispararon, por lo que queda claro que son personas que no tienen ningún respeto por la vida.
Un detenido fue desvinculado
Por el hecho fue aprehendido en las primeras horas de la investigación un joven de 24 años, oriundo del barrio Alejandro Heredia. Pero quedó desvinculado de la causa, a partir de los resultados negativos de las pericias practicadas para detectar la presencia de pólvora en su cuerpo y prendas de vestir.
A partir de datos reservados, los investigadores lograron identificar a los sospechosos que están siendo buscados.
Segundos dramático
Mariani había llegado hasta 9 de Julio al 2800, a bordo de una camioneta de la empresa CCC, junto a un compañero de trabajo, para dar respuesta al reclamo de un usuario. Tras concluir con sus tareas e intentar emprender el regreso, fueron interceptados por dos individuos que se movilizaban de a pies.
Uno de ellos esgrimió un arma de fuego con la que amedrentó a los trabajadores del video cable, apuntando directamente al otro trabajador que se encontraba al volante, exigiéndole sus pertenencias y el dinero que lleva consigo.
Mariani, que ocupaba el asiento del acompañante, también les entregó su celular. Los ladrones, en ese momento, reclamaron todo el dinero que tuvieren, a lo que la víctima les respondió que no tenía. En esas circunstancias le dispararon y huyeron.