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Los tareas encaradas para subsanar las filtraciones detectadas en la presa lateral N° 3 del dique El Cadillal, que dieron inicio cuando promediaba el mes de marzo, van camino a extenderse más de lo esperado, incluso hasta 2024, según algunas estimaciones.

Fue Oscar Vardé, jefe de Inspección de Obra por la Provincia, quien adelantó que no está garantizado que la tarea se pueda terminar este año, pese a que el plazo inicial hablaba de cuatro meses y medio.

Las filtraciones tomaron magnitud para que se intervenga sobre ellas el año pasado. Tras contratarse a la UTE conformada por las empresas Sabavisa SA y Mercovial SA, a principios de año -con un presupuesto inicial de $ 688,97 millones, y con un plazo de trabajo de cuatro meses y medio-, el avance de las tareas develó que la situación era más grave que la prevista, lo que llevó a que se extendieran los plazos iniciales.

Pocos días atrás, autoridades de la Dirección Provincial del Agua (DPA) habían anticipado que los trabajos podrían terminar a mediados de octubre. Sin embargo, Vardé planteó otro escenario. “No sé si llegamos a fin de año. Sí vamos a tener una situación mucho más clara, mucho más definida, y con gran parte del trabajo concluido. Pero no sé si al 100%”, señaló.

La incertidumbre obedece, por un lado, al avance propio de los trabajos. Según Vardé, ingeniero civil especialista en mecánica de suelos y rocas, fundaciones y presas, en términos de tratamiento se está a mitad de trabajo. Igualmente precisó: “en términos reales no es que se haya hecho la mitad; se ha hecho más”.

El análisis deja ver que todavía faltaría aproximadamente un 50% del trabajo es que restarían que se realicen perforaciones en las zonas más sensibles. “Faltan muchos sectores en las partes profundas de roca, y aunque es menor porcentaje tiene otra implicancia, otro costo y otro plazo”, consignó.

Una vez que se termine la aplicación de la columna de inyecciones previstas será necesario corroborar la eficiencia de los trabajos. Por eso, adelantó Vardé, será necesaria una serie de pruebas de permeabilidad. “No podemos probarla con el embalse porque no hay agua, y tampoco es recomendable hasta que no estemos más seguros de que la cortina funciona. Pero no se puede descartar que haya que hacer algunas perforaciones adicionales en algunas otras zonas”, sostuvo.

La otra complicación que presenta la obra actualmente es el contrato firmado con la UTE. “Debido a todos los adicionales que hubo que hacer, prácticamente el monto inicial del contrato se está consumiendo ya en estos días, y todavía falta una cantidad importante de tareas”, subrayó Vardé.

Es decir, será preciso que se extienda, de alguna manera, la relación contractual con la empresa contratista, y esto es algo que, según explicó Vardé, se está discutiendo en reuniones con las autoridades del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la provincia y de la Dirección Provincial del Agua. “Se está viendo en qué forma deberían continuar este contrato desde el punto de vista formal: si es por una adenda, un decreto, o un nuevo contrato”, apuntaló.

“Cada uno tiene sus ventajas y desventajas desde el punto de vista administrativo. Un nuevo contrato implicaría una amplia revisión de ítems, valores unitarios, y la posibilidad o no de hacer otra licitación, lo cual sería muy dilatorio”, continuó Vardé.

Además, por supuesto, habrá un incremento presupuestario. “Se puede usar un 20% que autoriza la ley de obras públicas, pero no será suficiente”, advirtió.

Vardé consideró que no se trata de un tema menor. “Es muy importante la forma en que se articule la ampliación. Otro tema que está en juego en estos contratos son las redeterminaciones de precios; es un factor que hace que el contrato original aumente de volumen también, dado que la inflación es muy importante, y los precios originales, que son de principio de año, están incrementados sustancialmente”, analizó.

Acerca de la probabilidad de que los trabajos se frenen debido a la incertidumbre que rodea al contrato, Vardé la rechazó de plano. “Está en discusión la forma administrativa, y la manera lógica y correcta de continuar. Este tipo de tareas no se puede dejar por la mitad, o supeditado a una continuación después de un tiempo; es una cuestión de que una vez que uno inicia debe terminarla en términos satisfactorios”, enfatizó el especialista.

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