Debido a la falta de mantenimiento y a los últimos desbordes de los canales, los vecinos del sur de la provincia quedaron aislados. La traza está destruida, casi intransitable y une a La Cocha con Taco Ralo, entre otros pueblos.
La ruta 334 sufre el abandono por parte del Estado y las consecuencias de las inclemencias climáticas.
Sus casi 40 kilómetros que unen La Cocha con Taco Ralo están destruidos, solo 8000 metros de esos quedaron asfaltados y el resto se convirtió en un sendero lleno de baches, grandes piedras y obstáculos.
A lo largo de la ruta 334 viven más de 700 familias que afirman que ante cada temporal quedan más aislados.
Algunos de los pobladores de los parajes El Palancho, La Florida, Puesto Los Pérez, El Mistol, La Esperanza y Los Gómez deben recorrer más de 70 kilómetros en vez de 20, para llegar a La Cocha, por el pésimo estado del camino.
“Hay sectores que son una pesadilla. Da pena vivir por aquí. Cada vez nos estamos quedando más aislados. Ni el colectivo puede pasar”, reclamó María Luna.