El deplorable estado en el que se encuentran las instalaciones de la Asistencia Pública municipal, impide que muchos de los estudios que se requieren, como en el caso de los rayos X, no se puedan realizar por el equipamiento dañado y la falta de condiciones para el funcionamiento.
El estado en el que se encuentran algunas de las instalaciones de la Asistencia Pública, que depende de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, deja mucho que desear. Una de las cuestiones por las que muchos de los usuarios se quejan es por la imposibilidad de realizarse los estudios de rayos X, pese a que el centro de salud cuenta con aparatología. Sin embargo, por razones que nadie se anima a decir oficialmente, el equipo que tiene la misión de hacer las radiografías, se encuentra fuera de servicio desde hace tiempo, sin que las autoridades atinen a ponerlo operativo nuevamente, a fin de ayudar a los diagnósticos médicos.
El estado en el que se encuentra el lugar en donde funciona el área de radiología es deplorable, con visibles manchas de humedad, roturas en techos, problemas en las instalaciones eléctricas y los aparatos sin funcionar. Hasta un aire acondicionado, de vital importancia para el mantenimiento de los equipos, se encuentra cubierto con un plástico rojo -el mismo que se usa para las bolsas de residuos patológicos- a fin de evitar que las goteras le generen un desperfecto permanente.
Cuando se requiere de una radiografía para el diagnóstico de algunos de los pacientes, se lo deriva a otro centro de atención médica, ya sea público o privado, según sea la necesidad.
Hasta el momento, la gestión del actual intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro no se hizo eco de este inconveniente, que deberìa ser subsanado a la brevedad, así como el mantenimiento del edificio, que puede ser una de las causas principales del desperfecto que sufrieron los equipos de rayos X, aunque nadie en la Asistencia Pública se anime a “ponerle el cascabel al gato”.
Las prioridades del Municipio
En el presente las prioridades de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán no pasan por subsanar la reparación o reemplazo del equipo de rayos X de la Asistencia Pública municipal, sino que existen otras prioridades que deben atenderse, como la determinación de la lista de candidatos a diputados nacionales. En ese sentido, el intendente Germán Alfaro se encuentra en la disyuntiva de acompañar la postulación de su antecesor y mentor, Domingo Amaya, y el posicionamiento de su esposa y colaboradora Beatriz Ávila, pese a que expresó públicamente su deseo de que ella lo siga acompañando en las acciones propias de apoyo a su gestión. Esos actos de nepotismo son los que generan malestar entre los vecinos de la “Ciudad Histórica”. Sin embargo, los tiempos electorales apremian, pese a que octubre se encuentra lejos para el común de los habitantes de San Miguel de Tucumán.
También el “lord mayor” se encuentra enfrascado en la pelea por recursos que entabló con el Gobierno provincial. Uno de esos puntos de conflicto es el cobro de las retenciones que se realiza a los empleados del municipio capitalino por las prestaciones del Subsidio de Salud. En el medio la Municipalidad recibió 40 millones de pesos en concepto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), un privilegio que no tienen otros municipios y que se basa en la buena relación que mantiene con la Nación.
La prioridad pasa por potenciar algunos logros, como el Boleto Estudiantil, que regresará en marzo; la expropiación de la Casa Súccar e incluso la reparación de instalaciones que se encuentran fuera de su jurisdicción, como el caso de una parroquia de la localidad de Ranchillos.
Una ayuda a la Iglesia Católica
En ese sentido, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán destinó un aporte económico de 100.000 pesos, que permitirán la reconstrucción del techo de la parroquia Espíritu Santo, de la localidad de Ranchillos.
La donación se formalizó durante una visita que realizó el intendente al mencionado templo, y en donde también participó de la misa.
Alfaro estuvo acompañado por su esposa, Beatriz Ávila, y por el secretario de Gobierno municipal, Walter Berarducci, ademas del subsecretario de Prensa y Comunicación Institucional, Juan Pablo Durán, y el concejal Rodolfo Ávila.
“Como intendente de San Miguel de Tucumán y también en representación de los vecinos de Capital, quisimos hacer un aporte a la parroquia Espíritu Santo de Ranchillos, que está en plena remodelación edilicia, para poder ayudadar, de esa manera, a todos los fieles”, expresó en la oportunidad Alfaro, que seguramente habrá comunicado debidamente a los vecinos capitalinos la generosa donación que hicieron.
Una expropiación casi caprichosa
La necesidad de expropiar la Casa Súccar se transformó en una de las prioridades que tiene el intendente Germán Alfaro, quien se hizo eco de un sector de la comunidad que añora los años de centro cultural que exhibió ese edificio en los tiempos en que era manejado por una fundación. Las actividades y protestas que tuvieron como protagonistas a artistas y personas de la cultura parecen haber llegado al intendente, quien prometió que hará todo lo que esté a su alcance. Hasta propuso un canje de edificios.