Lionel Scaloni se asoma por la zona mixta y su rostro denota tranquilidad. Comienza a hablar y señala que al final tocó uno que nadie anticipó: Arabia Saudita. Pide respeto para ese primer rival de la Argentina (martes 22 de noviembre a las 7:00) porque “juega bien y tiene cosas interesantes”. Luego hablará de que a México lo conoce bien, que es “difícil”, que lo enfrentó como entrenador y jugador, que siempre pasa la fase de grupos; y acerca de su tercer rival, Polonia, se pone jocoso cuando se le pregunta sobre si teme por el balón parado y desafía a que le digan sobre la estatura de todos los polacos. Al fin y al cabo siempre habrá que tener cuidado en las pelotas paradas defensivas, sea cual sea el rival. Más allá de bromas con los periodistas, el conductor de La Scaloneta, sabe que el grupo es accesible y que todas las suposiciones sobre si tocaba Alemania, Países Bajos o Croacia, no sirvieron de nada.
Como cayó el resultado del sorteo del Mundial no era necesario que los argentinos lo explicitaran en palabras, se los veía en sus rostros y todos se mostraron más relajados. En las horas previas al evento, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino se cruzó con este cronista y tenía cara de pocos amigos. “No quiero hablar, no quiero hablar, dejémoslo para mañana”. Luego del sorteo todo cambió.
Para evidenciar la idea de que el grupo C que le tocó es muy favorable, el DT lanza un “podemos estar tranquilos por el ranking actual que tenemos”. Hay alivio sí. En el nacido en Pujato, en todo el cuerpo técnico y en el presidente de la AFA, Claudio Tapia, quien quizás para aquietar la ansiedad apeló a todas sus cábalas, sobre todo las relacionadas con la vestimenta y la combinación de colores para tentar a la buena suerte.
La dirigencia argentina recibió otra buena noticia en las horas siguientes al sorteo: el partido ante México del sábado 26 de noviembre cambiaba de escenario. En el esquema inicial el choque C1 vs C3 estaba pautado en el estadio Education City de apenas 40.000 ubicaciones, una cifra muy baja teniendo en cuenta que la afición mexicana es una de las más convocantes en todos los mundiales. Por lo que entre los vendrán a Qatar a apoyar al equipo del Tata Martino y los miles de argentinos que se plantean viajar, era necesaria una modificación. Por eso finalmente el Lusail, el estadio sede del primer partido de Argentina y también de la final, albergará también el choque ante México. La capacidad del mismo es de 80.000 butacas. Si la FIFA no realizaba el cambio, jugar en el Education City iba a significar un dolor de cabeza para la dirigencia ante los muchos pedidos que ya reciben.
El Lusail está a apenas 10 minutos de la Universidad de Qatar, el lugar que la AFA pretende alquilar para que sea la concentración durante la cita mundialista. Esa gestión se espera cerrar en las próximas horas. Por eso la comitiva argentina aún permanece en Doha.
Además hubo cambios en cuanto a los horarios. Frente a Arabia se jugará a las 13 hora qatarí,(estaba planeado que sea a las 22). Y el partido ante México pasa de las 16 a las 22, un horario central en el calendario FIFA.
Para el primer partido, Scaloni pidió que “lleguen todos los argentinos que puedan para alentarnos”. El entrenador sabe que los árabes por cercanía y por la admiración que despierta Lionel Messi, serán mayoría.
También se refirió al estado del césped de los terrenos de juegos y la diferencia de jugar de día o de noche, por las altas temperaturas pese a ser casi invierno en noviembre. Lionel Scaloni quiere estar en todos los detalles.
El sorteo que se llevó a cabo en el DECC fue una ceremonia con mucho juego de luces, la presentación de la simpática mascota La’eeb, con las apariciones, en un dibujo animado muy bien realizado, de las mascotas de todos los mundiales. Entre ellas estaba nuestro Gauchito del Mundial 78.
Mientras la música oficial aún no despierta emociones, el hecho significativo fue el recuerdo en pantalla gigante para las glorias mundialistas fallecidas en los últimos dos años. La imagen de Diego Armando Maradona sigue despertando emociones. El respeto por el 10 se unió al de Paolo Rossi, Gordon Banks y Gerd Muller.
A medida que pasaba el acto, la ansiedad por ver las bolillas y los nombres distribuidos en los grupos, se acrecentó con una conducción que entró en desconcierto en varios momentos.
Lo curioso fue que luego de los primeros acomodamientos en las zonas para la mitad de los países, aún nadie sabía con quién debutaba ya que no había salido el orden 2 del bolillero.
A quién se lo vio con una sonrisa permanente fue a Gustavo Alfaro, el entrenador de Ecuador. El ex DT de Boca no se tomó a mal el duro grupo que le tocó (el A junto a Qatar, Países Bajos y la dura Senegal). “Lo que tocó está bien ya que es un privilegio estar acá. Vivo con satisfacción todo esto y el camino que recorrí durante 30 años para llegar desde Rafaela a Qatar”, declaró ante este cronista con un gesto de cordialidad.
Otra sensación que quedó tras el sorteo es que no hay un “Grupo de la muerte”. Si bien al principio que España y Alemania compartan el grupo E, daba la sensación de ser la zona más complicada, que se hayan sumado Japón y el ganador de Costa Rica y Australia, le bajó la cotización. De hecho el propio Michel Salgado, ex lateral derecho del Real Madrid, y otras figuras del fútbol mundial señalaban que el grupo más parejo es el de Brasil, Serbia, Suiza y Camerún.
El Mundial comenzó este viernes, si bien se nota que a la sede aún le falta varias cosas por mejorar. Mientras reluce su centro empresarial y comercial con sus luces y su sky line, su gigantesco aeropuerto, sus tres líneas de metro y sus controles permanentes ante el covid 19, con una permanente vigilancia a través de un sistema de geolocalización obligatorio en los teléfonos celulares; con solo moverse unos kilómetros queda en evidencia que aún restan obras en rutas, veredas y avenidas. Es cierto que aún tienen 7 meses y 19 días para poner todo a punto, como esperan, para que sea “el mejor mundial de la historia”, como prometió Gianni Infantino, el hoy dueño del fútbol mundial.
fuente: infobae