La sesión estaba prevista para las 14 y minutos después Cambiemos logró el quórum con 130 diputados, pero el debate por la reforma previsional estaba lejos de comenzar. Los incidentes fuera del Congreso y la reunión entre representantes de la Casa Rosada y los gobernadores para garantizar la aprobación de la norma, convulsionaron los ánimos del resto de la oposición (Frente para la Victoria, Frente Renovador e Izquierda) que se encargaron de presentar una cuestión de privilegio tras otra.
Así fue que pasaron cinco horas -con un cuarto intermedio de media hora- hasta que finalmente, a las 19.06, con un dilatado discurso de Eduardo Amadeo, leído entre insultos, empezó el debate por la iniciativa que cambia la fórmula jubilatoria.
Hasta aquí la sesión ya era lo suficientemente extensa. El cansancio era visible entre la mayoría de los diputados, pero todos eran conscientes que todavía faltaba la parte más ardua. Tal es así, que los más optimistas esperan una votación a las 2 de la madrugada. Por esto, se reconfiguró toda la agenda que la Cámara baja tenía prevista para esta semana.
Hay 90 oradores anotados, aunque tan solo 10 del oficialismo. Del massismo hablarán todos: 17. El cálculo para tantos discursos es de siete horas. Y a esto hay que sumarle los cierres de cada bloque. Tres horas más. Pero difícilmente duré 10 horas: “Lo van a acortar. Será entre 5 y 6 horas”, confiaron a Infobae.
A raíz de esto, se definió que, cuando se vote la reforma previsional, no se seguirá con la tributaria -lo próximo en la orden del día- sino que se llamará a un cuarto intermedio hasta el otro día, probablemente al mediodía o a las 14.
Aunque probablemente la reforma de los impuestos no convoque las movilizaciones de los últimos días, es otra ley troncal para la Casa Rosada y el debate será muy peleado y prolongado. Ocupará todo el martes, por lo menos, cuando estaba previsto tratar en comisión el Presupuesto, lo que no será posible.
Al no poder discutir las dos normas en simultáneo, la comisión de Presupuesto quedó pospuesta para el miércoles. Y el tratamiento será el jueves, que, al tratarse de la “ley de leyes”, la expectativa es otra sesión maratónica, que terminará en la madrugada del viernes.
En Cambiemos ya están mentalizados para estirar el debate de hoy. Es más, algunos dentro de la bancada lo reconocen como estrategia. Querían cansar al Frente para la Victoria, que utilizó todas sus fuerzas para hacer caer la sesión argumentando que el clima en las calles así lo pedía. Ahora, consideran que ya dan la votación por perdida y las voluntades para retomar la batalla desde los micrófonos no es la misma.
Fuente: Infobae