Con las tasas en baja y el dólar planchado, el objetivo es ganarle a la inflación. La construcción en pozo y el plazo fijo atado al UVA tienen buenas perspectivas.

Renegociación por la deuda, baja progresiva de tasas, dólar planchado y la inflación galopando. En el actual escenario económico, preservar el capital es la principal alternativa para los ahorristas, según coinciden economistas y analistas financieros. Sin definiciones tajantes y con matices, los especialistas analizaron las opciones más populares para invertir en 2020: propiedades, plazos fijos, acciones y compras oportunistas de bienes durables. Lo que sigue es una síntesis de la ronda de consultas.

Fausto Spotorno (OJF): Las propiedades como negocio, en el sentido clásico de comprarla para tenerla, no resulta una buena opción. Porque es muy difícil venderlas y porque la rentabilidad del alquiler es muy baja. Sin embargo, existen oportunidades si se encuentran valores muy bajos.

Guido Lorenzo (LCG): Si bien es cierto que el valor de las propiedades en dólares es elevado, incluso cuando se lo evalúa en unidades de salario, durante los últimos 15 años se registró una tendencia a la suba. Por lo cual una inversión en un inmueble no es una mala opción para resguardar valor. La renta promedio sigue siendo baja, alrededor de 3% medido en dólares, pero hay que contemplar el costo del mantenimiento del inmueble. En este sentido, las cocheras resultan un poco más atractivas.

Nery Persichini (GMA Capital): Comprar propiedades a los valores actuales de mercado no es una alternativa interesante. Por un lado, los precios de venta no terminan de reaccionar. Por otra parte, la devaluación de los últimos años posicionó a la renta de los alquileres en los niveles más bajos desde 1980. En cambio, podría existir una oportunidad para los nuevos desarrollos tomando en cuenta que el costo de la construcción en dólares se desplomó 36% en los últimos 2 años.

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Roberto Drimer (VatNet): Si bien las ventas cayeron fuerte, los valores cedieron muy poco y los rendimientos de los alquileres se han reducido hacia la mitad.

Daniel Vicien (Balanz): Las propiedades tienen hoy la incertidumbre del precio y la necesidad de disponer de dólares para comprarlos. En el caso de compra desde el pozo, aunque se puedan comprar en pesos, hay que mirar el costo final terminado respecto al precio de mercado y la posibilidad de realizar la inversión. Construir o refaccionar con la caída de los precios de los insumos medido en dólares, es una alternativa a considerar.

Nicolás González (El ABC de tu dinero): La compra en pozo es una opción, analizando y comprendiendo el rendimiento prometido. Muchas veces está sobrestimado y distorsionado por el tiempo que debe esperarse para concretarlo. Más ciertos gastos inesperados que pueden surgir. En el caso del usado, muy frenado, con chances de conseguir buenos precios con el dinero en mano. En ambos casos, en general, el inversor observa como resultado positivo la evolución del precio (que no será seguramente el que obtendrá si vende) y subestima la rentabilidad si, por ejemplo, la propiedad se destina a alquiler, ya que la misma es hoy muy baja, rondando el 2-3% anual en dólares.

PLAZOS FIJOS

Spotorno: Hoy no resulta un buen negocio el plazo fijo en pesos, porque las tasas están muy por debajo de la inflación. El plazo fijo bajo la fórmula UVA es muy interesante, porque al ajustar por inflación ofrece un resguardo. Es posible que en los próximos meses retornen las Lebac, o algún instrumento parecido, que permitan competir contra el plazo fijo.

Lorenzo: Será difícil ganarle a la inflación con las tasas de plazos fijos que ya estamos registrando. Invertir en plazo fijo implicará perder valor en términos reales. Porque hoy las tasas no llegan al 40% (y posiblemente se reduzcan a lo largo del año) y se estima una inflación anual en torno al 45%. En tal caso, las opciones de plazo fijo atados a UVA podrían ser una buena opción para preservar el capital.

Persichini: La política actual del BCRA es impulsar un brusco descenso de las tasas de referencia. Acompañando la caída de la tasas de Leliq, la tasa de plazos fijos se hundió 24 puntos desde inicios de octubre. Lo que antes rendía 60% anual, hoy paga 36%. Sin embargo, los plazos fijos le ganarán a la inflación siempre y cuando ésta sea inferior al 3% mensual. Este nivel está en línea con las expectativas de 42% de avance del costo de vida para 2020. La tasa real es casi nula, pero podría ser muy negativa si se profundizara el abaratamiento de tasas desde el BCRA y la inflación no cediera rápidamente.

Drimer: Se viene induciendo bajas en las tasas de interés. Sin embargo, los antecedentes del proceso inflacionario han dado lugar a diversas estimaciones en torno del 3,4% mensual. Además, las variadas cotizaciones libres del dólar han tendido a un alza moderada. Por lo tanto, no luce muy atractiva esta alternativa, en especial para el inversor minorista que recibe la tasa pasiva.

Vicien: Hay que considerar que cuando hay incertidumbre, es clave poder disponer inmediatamente del dinero en caso de un imprevisto o una oportunidad. La inversión más común es el plazo fijo bancario, la ventaja es conocer de antemano el rendimiento con las desventajas de no ganarle a la inflación y no tener liquidez; este instrumento está siendo reemplazado por los fondos comunes de inversión.

González: Los plazos fijos en pesos están pagando una tasa negativa en términos reales, concentrados en un plazo de 30 días, pero han quedado exentos de impuesto a la renta financiera. Una alternativa son las colocaciones atadas al UVA (plazo mínimo de imposición 90 días) que protegen de la inflación y pagan tasa real de entre 1 y 3 % anual.

ACCIONES Y BONOS

Lorenzo: Es definitivamente una apuesta arriesgada. Solo para quienes tengan la capacidad y la disposición de tolerar ese riesgo. Con los bonos se puede encontrar valor en la deuda argentina soberana, principalmente en títulos cortos, pero no se pueden descartar escenarios donde la reestructuración no salga bien y justamente eso es lo que hoy los transforman en activos con mucho riesgo.

Persichini: Estas inversiones tienen un riesgo fundamental: el canje de la deuda. Una resolución favorable podría abatir el riesgo país y potenciar las valuaciones de los activos locales. Pero una demora o una mala salida podría deprimir violentamente los precios. El panorama es binario. Para aquellos con una mirada optimista y de largo plazo, los activos, si bien pueden caer más en los próximos meses, ya ofrecen puntos de entrada atractivos. Las empresas cotizantes valen la mitad que en agosto pasado, mientras que los bonos se negocian un 40% por debajo de los precios antes de las PASO.

Drimer: Las acciones han subido nominalmente en un año la mitad que el dólar libre (85%), lo cual puede aprovecharse mediante fondos comunes de inversión o bien mediante una razonable selección de acciones individuales. Si resurgen tensiones inflacionarias y devaluatorias, con un proceso de renegociación de la deuda pública más tortuoso, entonces podrían surgir convulsiones esporádicas en los mercados financieros.

Vicien: Hay que considerar que las acciones están muy bajas respecto a los precios pre-PASO, pero no a los mínimos históricos. Su evolución dependerá de la renegociación de la deuda y de las políticas económicas.

Spotorno: Estos bienes se van encarecer, pero compiten contra las compras del exterior de celulares, laptops, que están impactadas por el impuesto del 30%. Es probable que surjan opciones para comprar cuando se expandan programas de crédito (Ahora 12). Ahí pueden aparecer algunas oportunidades.

Lorenzo: En la compra de autos u otros rodados hay que tener en cuenta el costo de mantenimiento. Por supuesto que hay que contemplar que el uso proporciona cierto goce o utilidad, pero difícilmente sea una buena opción para preservar el capital.

Persichini: Aunque es una opción de consumo, la elección de bienes durables tiene buenos fundamentos. La mejora en las condiciones de financiamiento en pesos (programas como el Ahora 12 o Ahora 18) en un contexto de inflación es un incentivo para renovar electrodomésticos y vehículos. Asimismo, estos bienes están valuados al tipo de cambio de $60 mientras que las cotizaciones libres del dólar orillan $80. De esta forma, la compra de bienes durables permite una dolarización a precios convenientes, aunque imperfecta.

Drimer: Para la compra de electrodomésticos es un buen momento para una búsqueda oportunista de ofertas en precio y plazo de pago, ante la necesidad de muchos sectores de reducir stocks y conseguir liquidez.

González: La compra de autos 0km está muy influenciada por descuentos por pago cash, quizás con financiación de saldo a pagar en cuotas.

fuente. clarin

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