Entre las numerosas celebridades que se encolumnaron detrás de la candidatura de Hillary Clinton, fueron varios los que tomaron una postura más extrema ante la posibilidad de que gane Donald Trump. Luego de la victoria del republicano, actores, comediantes, cantantes y otros famosos deberán definir si cumplen o no su promesa de abandonar los Estados Unidos.
Bryan Cranston, quien explicó en varias oportunidades su apoyo a la candidata demócrata, fue uno de los que prometió un cambio de país. “Definitivamente, me mudaría. No creo que pase, espero, por Dios, que no suceda”, deseó el protagonista de Breaking Bad en octubre sobre la posibilidad de un triunfo republicano. El actor imaginó la posibilidad de tomarse unas extensas vacaciones en Vancouver, Canadá.
Por su parte, Miley Cyrus sentenció en sus redes sociales con varias publicaciones que se iría del país si gana el magnate. La estrella pop no dudó en calificar a Trump como “una maldita pesadilla”.
Lena Dunham, estrella de la serie Girls de la cadena HBO, indicó que se mudaría al país del norte en caso de que triunfe Trump. “Amo Canadá. Es un gran país y puedo hacer mis negocios desde allí”, afirmó.
La comediante Amy Schumer, que incluso dio un discurso en la Convención Demócrata en julio, apuntó a Europa como posible destino. “Me mudaré a España o a algún lugar. Está más allá de mi comprensión el hecho de que Trump gane. Sería simplemente muy loco“, imaginó.
Jon Stewart, ex presentador del programa Daily Show afirmó, más en tono humorístico que en serio, que planearía “conseguir un cohete y viajar a otro planeta, porque claramente este mundo se volvió loco”.
En el mismo tono opinó la legendaria cantante Cher. “Si él (Trump) fuese elegido, me mudo a Júpiter”, indicó en Twitter en respuesta a un usuario que dijo que se iría a Australia.
La comediante Chelsea Handler se lo tomó más en serio y reveló en mayo que ya había tomado acciones en caso de una hipotética victoria del republicano.
“Me compré una casa en otro país, por si acaso“, expresó la actriz en una entrevista para ABC. “Hay mucha gente que amenaza con irse y luego no lo cumple. Yo realmente me iría del país“.
El famoso actor Samuel L. Jackson acusó a Trump, a finales del 2015, de realizar una campaña de odio, y no se guardó ningún comentario en un segmento humorístico con Jimmy Kimmel: “Si ese hijo de puta se convierte en presidente, mudaría mi trasero negro a Sudáfrica“.
La ganadora del Oscar Whoopi Goldberg criticó en varias oportunidades al entonces candidato, y deslizó: “Tal vez es momento de que me mude. Puedo costear el irme“.
Neve Campbell, actriz del drama político House of Cards, afirmó que volvería a Canadá (país donde nació) en caso de que Trump gane la presidencia. “Honestamente, es terrorífico“, opinó.
A su vez, el comediante Keegan-Michael Key también eligió a Canadá como destino ante la posibilidad de un triunfo republicano. “Está como a 10 minutos de Detroit”, resaltó el actor de Comedy Central, explicando que allí vive su madre y “eso la haría feliz”.
La actriz Barbra Streisand afirmó que “no podría creer” la posibilidad de que gane Trump. “Podría irme a tu país, si me lo permiten, o a Canadá”, expresó en agosto la actriz al australiano 60 Minutes. Streisand participó en varios actos de campaña demócratas.
En tanto, el comediante latino George Lopez, oriundo de Los Ángeles, comentó con ironía que Trump “no tendrá que preocuparse” por la inmigración en caso de que gane, ya que directamente: “Todos (los hispanos) tendríamos que volver”.
El músico Ne-Yo fue categórico y afirmó que se mudaría “directamente” a Canadá. “Drake (músico canadiense) y yo seremos vecinos si Trump se convierte en presidente”, afirmó
Chloe Sevigny, actriz de la serie American Horror Story, prometió mudarse a la provincia canadiense de Nova Scotia, en Canadá.
La cantante, modelo y diseñadora Amber Rose también juró que se iría del país. “Y me llevaría a mi hijo conmigo. Estaría devastada, para ser honesta”.
El escritor Stephen King, gran conocedor de historias de terror, expresó que la idea de una presidencia de Trump “lo atemoriza hasta la muerte”, y admitió que considera la posibilidad de mudarse a Canadá como nuevo lugar de residencia, ya que no está lejos de su actual domicilio, en Maine.