El nerviosismo que se apoderó de algunos inversores por el escenario electoral se sintió de vuelta en el arranque de julio. La divisa tuvo un nuevo impulso en el comienzo de la semana y cerró en la mayoría de los bancos a $17; o incluso levemente por encima en algunas entidades, que hizo elevar el promedio de la muestra que releva el Banco Central de la República Argentina a $17,057 por unidad.
Hay una importante coincidencia entre los distintos actores del mercado sobre los motivos de la suba:
1. El más importante es la búsqueda de cobertura ante las dificultades de predecir el resultado de las elecciones. Los tiempos se adelantaron ante la confirmación de la candidatura de Cristina Kirchner y la proximidad de las PASO, dentro de 40 días. Las primarias ya permitirán tener una idea bastante clara sobre el posicionamiento de cada candidato y sobre todo cuál es el panorama en la provincia de Buenos Aires. El tipo de cambio ya se había mostrado firme durante toda la semana pasada, cuando acumuló un incremento mayor del 2,5%. Y ahora sumó otros 18 centavos para terminar en un valor récord. El hecho de haber superado por primera vez los $17 le dio un impacto todavía mayor.
2. Cambio de cartera. La demanda adicional de dólares que impulsa el precio es explicada por el cambio de visión de muchos inversores que optaron por salir de posiciones en moneda nacional y pasarse a divisas para esperar con más seguridad el resultado de las PASO. Se revierte así, al menos en parte, el fenómeno conocido como “carry trade”, es decir, aprovechar altas tasas en dólares en un contexto de tipo de cambio planchado. Pero ahora que el tipo de cambio muestra un sesgo alcista las posiciones en pesos terminan siendo perdedoras y eso genera que muchos ahorristas, pero sobre todo grandes fondos, hayan decidido salir lo más rápido posible.
3. Contracción de la oferta por el lado del complejo cerealero. Las cifras de liquidaciones de granos y subproductos oleaginosos marcan con claridad que se vendió mucho menos que en años pasados, más aún respecto de lo esperado con la confirmación de una gran cosecha. Por un lado el agro ya no tiene obligación de liquidar como sucedía en el pasado. Y por otra parte están esperando mejores condiciones para hacerlo y mejorar sus niveles de rentabilidad. Según un informe de Balanz Capital, el sector estaría esperando que la tonelada de soja llegue a $4.000 para salir a vender, contra niveles de $3.700 en la actualidad. La recuperación del precio de la oleaginosa y del tipo de cambio de las últimas jornadas podría precipitar un aumento de las ventas.
4. Fue un día atípico. En las vísperas del feriado en el mercado americano por el Día de la Independencia (4 de julio) el volumen operado apenas superó los USD 400 millones en el mercado cambiario contra más de USD 600 millones que se venían transando habitualmente.
5. Demanda estacional por turismo. Con el cobro del aguinaldo, y la proximidad de las vacaciones escolares de invierno, es habitual que en esta época del año se reactive la demanda de divisas por parte de los sectores de altos ingresos y capacidad de ahorro para gastos en esparcimiento fuera del país.
¿Vuelta de la bicicleta financiera?
Pese a la escapada del tipo de cambio, la pregunta que se hacen muchos es si no habrá llegado el momento de volver a pasarse de dólares a pesos para subirse nuevamente a la “bicicleta financiera” que tan buen resultado dio en el último año y medio.
Para Miguel Zielonka, socio de Econviews, la respuesta es afirmativa: “Las tasas de Lebac de corto plazo siguen al 25,5% anual y permanecerán allí por un tiempo más. Con estos niveles el dólar debería aumentar más de 35 centavos por mes para que resulte mejor negocio salirse de pesos y pasarse a la divisa. No creo que vaya a suceder”.
En otras palabras, vender dólares a un tipo de cambio cercano a $17 resultaría un interesante negocio para colocarse en pesos al 25,5% anual, para quienes miran la reactivación de los índices de actividad, que los ruidos que generan la política.
Pero claro, todo dependerá del resultado de las PASO en agosto. Un buen desempeño del Gobierno en las primarias, especialmente en la provincia de Buenos Aires, seguramente generaría un retroceso de la divisa, lo que acentuaría las ganancias en moneda local.