En la ciudad e Yerba Buena los conductores de autos, motos y demás vehículos con ruedas no tienen paz. Es que las calles de la ciudad están todas destruidas, con baches, pozos, y cuando no hay lomos de burros e proporciones monstruosas hechos de ladrillos y cemento que terminan por romper los autos cando la señalización está ausente o hay poca iluminación. El intendente de la ciudad al parecer está ausente de este tema y sólo se preocupa por las avenidas Aconquija y Perón. El resto de las calles, todas tienen problemas. Además hay que lidiar con obras que ya tienen muchos meses y otras años que impiden la normal circulación y por momentos transforman a la ciudad en un laberinto sin salida. A colación, esta información ocurrida a la madrugada, cuando el conductor de un auto terminó en medo de un pozo a pocos metros del shopping El Solar. Se trata de una ora que es´ta a medio hacer y cuya demora ya supera dos meses. El vehículo quedó atrapado sobre la calle en una obra que se realiza sobre la calle Güemes.
El intendente Mariano Campero debería dar respuesta a la gente sí como decidió bien llegó al cargo subir los impuestos un 400 por ciento.
