navidad

Por Marcelo Pérez – Diario Cuarto Poder. La canasta navideña tiene aumentos de más del 100% de un año a otro por lo que armar la cena del 24 y 31 de diciembre será todo un desafío para muchas familias, sobre todos para los jubilados, cuyos ingresos no superan los 60 mil pesos. La pobreza  abraza cada vez a más gente y sin los bonos del gobierno, la situación sería inmanejable.

Los datos más ingratos

Se vienen los festejos de Noche Buena, esperando la Navidad, donde muchas familias intentarán armar la mesa sin morir en el intento. Es que la mayoría de los productos que se consumen esas noches aumentaron muchísimo sus precios al punto de que al comparar con el año pasado se observan subas del 100 por ciento.

pollo

Los principales productos que muestran subas son el pollo, la carne de asado y el cerdo. Justamente, los más buscados para llevar a la mesa navideña. El  Instituto de Estudios de Consumo Masivo sobre los principales productos que componen la canasta navideña, dio a conocer esta semana que al hacer un relevamiento  sobre los principales alimentos que se consumen para las fiestas de fin de año aumentaron un 100% y, en algunos casos, hasta triplica los valores de 2021.

El pollo, el principal alimento de Noche Buena, pasó de $350 a $910, mientras que la tira de costilla de asado pasó de $500 a $1.120. El cerdo (bife, lomo, costilla, filete, pernil) también aumentaron, pasando de $250 a $1.000 el kilo. En el caso de las frutas de verduras, también se observa un fuerte incremento, muchos dicen que se trata de “reacomodamiento” de precios, pero en realidad son subas que tienen más que ver con el encarecimiento del costo de vida (inflación).

Las sidras, panes dulces, budines, turrones, golosinas, duraznos enlatados, vinos, cervezas y bebidas espumantes, gaseosas dulces, todo está muy caro y en los últimos 30 días manifestaron aumentos semanales del 10 y 20%, como “tanteando” el mercado, viendo si resistía a las nuevas subas.

sondeo

Sondeo en Tucumán

En un sondeo que se realizó sobre 132 supermercados de grandes cadenas y 345 autoservicios de proximidad en el ámbito geográfico de la Ciudad de Bs As, Gran Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Paraná Córdoba, Posadas, Corrientes, Mendoza, Salta, Jujuy y Tucumán, la situación fue muy parecida. “Los artículos que más subieron fueron el budín de frutas de 250 gramos, que aumentó de $133 a $570 (+328 %), seguido por el turrón de pasta de maní de 100 gr, que pasó de $132 a $355 (+169 %), mientras que la pechuga de pollo por kg, que pasó de $350 a $910 (+160%).

Otros productos como la lata de durazno trepó de $206 a $520 (+153%), seguido por las bebidas espumantes de 750 cc que se incrementaron de $636 a $1430 (+125 %), por el asado de novillo por kg, que aumentó de $590 a $1290 (+119%) y por el pan dulce con frutas de 500 gr, que pasó de $350 a $690 (+97%).

Un producto que es de mucho consumo como el Fernet de primera marca, pasó de un año a otro de $700 a $1.890, aunque hay algunas cadenas que lo ofrecen junto a una gaseosa cola de 3 litros de primera marca a $2.000.

La cerveza también aumentó muchísimo, tanto en botella como en lata y las ofertas prácticamente desaparecieron. Una cerveza botella verde se vende a $550, mientras que en botella marrón cuesta 400 la más económica.

El vino malbec reserva de 750 cc, se incrementó de $575 a $1050 (+82%), el peceto de novillo por kg, pasó de $1070 a $1800 (+68%) y por la garrapiñada de maní de 80 gr que pasó de $185 a $230 (+24%).

Los datos muestran que si alguna persona hace la misma compra que en 2021 deberá gastar el doble, ya que en 2021 armar la mesa costaba unos $4.227 y hoy el costo es de $8.755.

Pero no hay que culpar sólo al gobierno, a la inflación, a la sequía, al dólar, a la guerra de Ucrania ni al Mundial Qatar 2022 por los mayores precios en la calle. Todos saben que para estas fechas, siempre hay una postura especulativa de los formadores de precio: tanto de las industrias, los mayoristas, los distribuidores y lo comerciantes minoristas. Todos quieren ganar más.

pobreza

Canasta básica y pobreza

Esta semana la Dirección de Estadística de la Provincia (DEP) publicó que la Canasta Básica Alimentaria subió un 4,37% en noviembre y por eso, por más que se tenga un trabajo en blanco, cada día la plata  alcanza menos. Los jubilados por ejemplo, que cobran menos de $60.000 por mes, se ven en la oscura disyuntiva de comer o pagar remedios, atención médica, alquiler, impuestos o los servicios básicos como el agua y la luz.

Un hogar tipo, compuesto por un jefe de 35 años, su conyugue de 31 años, su hija de 8 y su hijo de 6 años necesitó un ingreso mayor a $ 58.910 para no ser considerado indigente, mientras que para no caer en situación de pobreza necesitó $ 127.247. La variación de la Canasta Básica Alimentaria con respecto al mismo mes del año 2021 es de 99,5%.

precios

El “Changómetro” no miente

Una cena de las Fiestas de Navidad y Año nuevo cuesta 10 veces más con respecto a 2017, de acuerdo con el “Changómetro” que elabora la Fundación Argentina para el Desarrollo de la Agricultura (FADA).

Una cena bien argenta: un asadito, ensalada, gaseosa, un heladito de postre, un brindis y algunos productos dulces. Esta celebración típica en cualquier hogar argentino en 2017 costaba $630, en 2021 pasó $3.240 y hoy sale $6.030. En cinco años nuestra cena cuesta 10 veces lo que costaba.

En 2017, por ejemplo, con $1.000 se podían comprar 4 potes de helado, pero hoy no alcanza para ninguno.

Con un billete de $1.000 en 2017 se podía comprar: 7 kilos de asado, o 23 kg. de lechuga, o 35 kilos de tomate, o 19 gaseosas, 4 potes de helado, o 14 pan dulces o 17 sidras.

Ropa, calzado y supermercado

En relación a la ropa y el calzado, las mismas prendas que en 2017 salían $1.000, hoy se pagan $11.303, es decir 11 veces más. Por su parte, una compra en el supermercado, un changuito de $1.000 con los mismos productos hoy asciende a $9.430, 9 veces lo que costaba hace cuatro años.

Los salarios vienen muy golpeados y año a año pierden poder de compra. Un ejemplo muy claro e ilustrativo: a comienzo de año, una persona que en Tucumán ganaba $72.000 y con las paritarias de marzo pasó a ganar $98.000 hasta agosto y $110.000 a partir de septiembre, pasó de ser Clase Media a Clase Pobre, trabajando. Esto porque es muy difícil que los salarios puedan mantener el ritmo de los precios, en una economía que no crece y que tiene niveles de inflación altos.

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