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“Esta enfermedad es una porquería; es lo peor que puede haber”. Con la voz entrecortada, casi sin aliento, Olga Núñez describe que se siente muy mal. Llegó al hospital Avellaneda temprano para que un médico la atienda. El diagnóstico que le dieron es dengue. “Tengo dolor de cabeza y de cuerpo, dolor articular y diarrea. No sé dónde me picó el mosquito; siempre uso repelente”, remarcó la mujer, que es vecina del barrio Diagonal Norte, en la capital.

Al igual que ella, cientos de pacientes con signos de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti colmaron nuevamente ayer las guardias de los principales hospitales y sanatorios de Tucumán en busca de ayuda para calmar los fuertes síntomas de la conocida “fiebre quebratahuesos”.

En el Avellaneda, uno de los nosocomios que más consultas tuvo, algunas personas se desparramaban sobre los bancos de material mientras esperaban que les llegara su turno. “Así duele menos la cabeza. Estoy muy mal; no puedo ni hablar del dolor”, remarcó un hombre que tenía turno para hacerse análisis de sangre y ver cómo estaban sus defensas.

La epidemia de dengue ya suma 14.890 casos en la provincia. La última semana se notificaron 700 contagios por día, la gran mayoría fueron de Yerba Buena, Aguilares, Banda del Río Salí, Lules, Alberdi y Famaillá. También hay varios barrios con casos en el noroeste de la capital.

Aumento exponencial de consultas

Las autoridades sanitarias reconocieron que hay un aumento exponencial de consultas en los centros asistenciales. No obstante, aclararon que está garantizado el recurso humano y los insumos para brindar atención.

“En la víspera de un fin de semana largo, tenemos todos nuestros servicios, hospitales, policlínicas, con refuerzos de personal, suero y los elementos que son necesarios para garantizar una asistencia de calidad para los pacientes con dengue”, expresó el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz.

Recalcó que es una enfermedad viral que tiene una evolución de cinco a 10 días con síntomas como fiebre, dolor corporal, cansancio, más el calor que genera estados de deshidratación. “Si no tenemos capacidad de hidratarnos, ingiriendo dos litros y medio o tres litros de agua por día, o el paciente presenta vómitos o diarrea, hay que acudir a las guardias donde rápidamente se va a colocar el suero que necesita. Estamos ampliando nuestras salas de espera y los sectores de atención y de internación”, puntualizó.

La directora del hospital Avellaneda, doctora Alba Pieroni, contó que por día entre las dos guardias de emergencias (de adultos y de niños) atienden cerca de 1.000 pacientes, la mayoría de ellos con síntomas de dengue.

“Todos son controlados y asistidos”

“Lo que se hace primero es un triage, que es una selección y clasificación de pacientes, y así determinamos quiénes necesitan ser atendidos en forma más urgente atento a la gravedad de su situación”, remarcó.

Según explicó, el hospital hizo un refuerzo de personal para atender a todos los pacientes e incluso se fueron adaptando sectores del edificio para contar con postas de hidratación. “La curva de casos viene en aumento y eso se nota en las visitas”, subrayó.

Sobre los casos graves de dengue, sostuvo que algunas personas que tienen comorbilidades están consultando tardíamente. “Esos cuadros se pueden complicar, por eso les pedimos que busquen asistencia en forma temprana (con los primeros síntomas). Cada caso que ingresa se estudia, si queda internada una persona se hacen análisis y también serología para confirmar si tiene o no la enfermedad”, recalcó. Asimismo, se les hace el test a embarazadas, mayores de 60 años, niños y personas que tienen una patología de base.

“Si hay pacientes que llegan con síntomas de dengue y fallecen, la Dirección de Epidemiología del Siprosa es la que hace una evaluación de los casos”, aclaró.

Hay camas disponibles

La profesional remarcó que, aunque están trabajando a full, todavía tienen camas disponibles si es necesario internar pacientes con la patología.

En el servicio de emergencias del hospital de Niños, por otro lado, están recibiendo hasta 600 consultas diarias, casi todas por dengue. La directora del nosocomio, doctora Inés Gramajo, comentó que en los niños los signos de alarma más comunes son dolor abdominal intenso, sangrado de la mucosa, vómito persistente y fiebre, o si el menor está muy irritable o muy deprimido. “Es fundamental hacer la consulta inmediata”, insistió.

Agregó que lo más importante es mantener hidratado al paciente y sostener la lactancia materna. Además, aconsejó usar repelente, teniendo en cuenta las indicaciones del fabricante en el envase, porque hay productos que tienen una durabilidad efectiva de cuatro, seis o 12 horas.

Refuerzan los servicios

Eduardo Vega Olguín, referente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios, indicó que las consultas en las guardias los han obligado a reforzar los servicios de emergencias. Además, señaló que el 25% de los pacientes internados en el sector privado tiene la enfermedad que transmite el Aedes aegypti.

“El dengue es una preocupación y a la vez una ocupación. La verdad es que el número de casos es excesivo, dado que en nuestras instituciones médicas hoy sería el diagnóstico prevalente. Entre el 20 y 25% de los pacientes que ocupan camas están vinculados a la patología”, dijo Vega Olguín.

Además, reconoció que hay un número importantísimo de consultas por esta patología.

Explicó que quienes están internados, permanecen entre cinco y siete días en la clínica y una vez resuelto el caso, la persona tiene una buena evolución ya en su casa. Asismo, dijo que en el sector privado no hubo fallecidos vinculados a esta enfermedad.

Vega Olguín contó que los sanatorios están trabajando al 100% por esta epidemia. No obstante, aclaró: “no hemos llegamos a la desesperación como cuando tuvimos con la pandemia de covid”. “Nos encontramos trabajando al límite, pero no estamos desbordados”, puntualizó.

 

 

fuente: lagaceta

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