Por Fabián Seidán para Diario Cuarto Poder | A pesar de que en los últimos días se aceleró el proceso de vacunación, hay provincias que tienen casi el 100 por ciento de sus camas de Terapia Intensiva ocupadas. Junio será un mes bisagra en materia sanitaria y por eso, el Presidente, seguirá implementando restricciones. Clases presenciales, vacaciones de invierno, reuniones sociales, viajes interprovinciales y actividades no esenciales están en la mira.
La única opción
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, volverá a restringir la circulación de la gente en medio de la agudización de la pandemia de Covid-19. El Presidente no tiene otra opción para evitar la propagación de los contagios hasta alcanzar la inmunidad de rebaño con la vacunación.
Actualmente hay provincias y ciudades (como Tucumán) que están incluidas dentro de la categoría “Alerta Epidemiológica” y es ahí donde el gobierno teme que colapse el sistema de salud.
Por eso, en consenso con todos los gobernadores, decidió construir una “Fase 1 ampliada” para restringir la circulación de los no esenciales durante nueve días. Ese decreto vence hoy. Y ante el recrudecimiento de casos, la medida será renovada por otros 14 o 19 días (hasta fin de mes), mientras avanza la vacunación.
Restricciones duras y light
Las nuevas restricciones a implementar será esta vez intermitente pero igual de dura. En lo concreto, se mantendrá de lunes a viernes una modalidad similar a la que está vigente, con cierres más duros los sábados y domingos. La idea del Gobierno es plantear un camino más previsible para atravesar el invierno sin tantos contagios y muertes, y esa solución necesita de un acuerdo político y de todos los sectores implicados: esenciales y no esenciales.
Hay que ver que en medio de esta “segunda ola” los más afectados son jóvenes entre 20 y 40 años. Por ahora el Sistema de Salud en Tucumán tiene camas libres, pero todo se hace con el mismo recurso humano de profesionales, agotados, mal pagados y sin posibilidad de pataleo.
En esta segunda ola se observa que el virus no discrimina a personas sanas, jóvenes o fuertes. El rango etario antes era de personas mayores con comorbilidades, pero ahora afecta también a personas jóvenes, sin factor de riesgo, que hacen actividad física.
No cumplen los protocolos
Para el gobierno y autoridades sanitarias, el problema del pico de casos se debe a la falta de conciencia de la gente que no cumple con los protocolos básicos de prevención como el uso de barbijos, lavado de manos y distanciamiento social, por eso hacen hincapié en la necesidad de evitar reuniones sociales, familiares, presencialidad escolar, apertura de bares, comercios, salones de fiestas, partidos de fútbol, gimnasios y viajes de turismo.
“Necesitamos disminuir los casos de forma urgente. En el sector público tenemos 85% de camas críticas cubiertas. Mucha gente de la parte privada pasará al sector público”; señaló la ministra de Salud Rossana Chahla la semana pasada.
Chaha aclaró que desde el ministerio realizan recomendaciones de acuerdo al cuadro de situación y pidió que se trate de disminuir la circulación debido al panorama epidemiológico que está transitando Tucumán que es “crítico”.
El “confinamiento” como herramienta
Debido a que los contagios siguen siendo elevados, el Presidente se mantiene duro con las actividades sociales, comerciales y de servicios (no esenciales). Justamente las autoridades gubernamentales apuestan a que la cuarentena dura provoque una reducción de contagios.
Vacaciones de invierno
Cada vez más provincias evalúan adelantar las vacaciones de invierno y también la posibilidad de extender el receso por tres, en vez de dos semanas.
Es que el avance de los casos hizo que muchos gobernadores optaran por suspender las clases presenciales, disminuir las “burbujas” y cerrar distritos donde los contagios son más frecuentes.
La Ciudad de Buenos Aires fue la primera jurisdicción que develó una revisión que ya varios gobernadores analizaban en silencio. La ministra de Educación Soledad Acuña, deslizó que se evaluaban distintos escenarios de cambios en el receso invernal, tanto que se podía adelantar un mes como extender por una semana más.
Mendoza, Santa Fe, La Pampa, Salta o La Rioja también contemplan como un escenario posible mover las fechas de las vacaciones de invierno. Por ahora Tucumán no se expresó en tal sentido.
La provincia cuenta con suficiente autonomía como para delinear las distintas etapas del ciclo lectivo. Respecto al receso, tiene margen para ubicar esas dos semanas, pero siempre moviéndose entre el primer y el último día de julio. El objetivo de cambiar tendría como objeto “ganar tiempo” mientras se avanza con la campaña de vacunación.
Vacunación al por mayor
Tucumán avanza a paso firme con la vacunación y ya comenzó con las personas de entre 40 y 45 años, docentes y docentes universitarios. De acuerdo a proyecciones del COE y SIPROSA a fines de julio y primeros días de agosto Tucumán podrá alcanzar la inmunidad de rebaño, con lo cual, los contagios dejarían ya de multiplicarse y se podría comenzar a abrir más actividades presenciales.
Hay que pasar el invierno
“La pandemia está lejos de estar terminada; estamos en plena batalla. La vacuna ayuda mucho pero no hace todo. Analizamos medidas para que la nueva cepa de la India no entre en la Argentina y no nos arruine todo el trabajo que hemos hecho hasta ahora”. Señaló Alberto para dejar en claro lo que se viene hasta fin de mes (por lo menos): A diferencia de lo que ocurrió el año pasado en junio (cierre estricto), esta vez implementará restricciones “intermitentes”: 11 días de cierres leves, seguidos de otros de 9 días de restricciones duras, poniendo especial énfasis en el impedimento a circular de noche, los fines de semana, para evitar las reuniones sociales.
Dormir temprano, no salir, reunirse ni festejar, se volvieron parte de la nueva cotidianidad.